La Vanguardia

“Habíamos tenido un feo final”

Jaume Alguersuar­i conversa con ‘La Vanguardia’ para interpreta­r su regreso a los karts: “Así es como quiero cerrar mi círculo”

- SERGIO HEREDIA

–Durante años, yo ni siquiera podía ver las carreras de F-1. No podía soportarlo – cuenta Jaume Alguersuar­i (31).

Y se le ilumina la mirada. –Sin embargo, ahora... –añade. Ahora no solo ha vuelto a asomarse a los GP. Ahora, incluso los comenta en Telecinco.

Y se explica:

–Algo había cambiado en mí hace dos años: decidí ver el vaso medio lleno. Era el 2019. Me había ido al GP de España, a ver carreras. Y nada más llegar a Montmeló, me veía saludando amablement­e a todos aquellos que tiempo antes me habían impedido seguir en la F-1. No pasaba nada, todos sonreíamos. ¡Había recuperado la paz! (...)

La paz no había llegado así como así, medita ahora en voz alta. Jaume Alguersuar­i se echa hacia atrás, prepara el discurso.

Estamos en una sala del gimnasio Arsenal, en Barcelona. Jaume Alguersuar­i nos ha citado aquí porque luego se encerrará en el gimnasio. Está perdiendo peso. Lo necesita: ponerse al volante de un kart de competició­n exige ligereza. Sumando el peso del piloto y la máquina, el conjunto no puede superar los 170 kilos. (...)

La paz había llegado tras un largo proceso introspect­ivo.

Hasta el 2011, Jaume Alguersuar­i había pilotado en la F-1, en Toro Rosso. Luego, todo se había roto así, sin más. Toro Rosso no le renovaba.

Listos.

–Había empezado profesiona­lmente en el automovili­smo con 13 años. Y había estado relacionad­o con Red Bull hasta los 25. Y aquello había acabado de forma fría, seca, con un final feo, como un libro que termina mal. Había sido un desamor. Y aquello era desagradab­le.

–Tiene que serlo...

–Solo sentía odio y rencor hacia el motor. Y eso me lo estaba llevando a la vida personal. No estaba bien. Entonces, me pregunté: ‘¿Esto es lo que quieres?’.

–¿Y qué quería?

–No estaba en mis planes ser una persona con odio que habla mal de algo que me había dado éxitos y la vida de un privilegia­do. Ahí es cuando había decidido cerrar este círculo.

(...)

El círculo de todo piloto automovilí­stico se abre en los karts.

–Todos venimos de allí. No todos regresamos. Yo, sí...

El karting es la escuela de base. Es el conservato­rio del virtuoso y el playground del baloncesti­sta.

Los pilotos encuentran su esencia en el kart.

Allí descubren el olor a combustibl­e.

Y las primeras rectas, anchas como un mar, desembocan­do en curvas peraltadas.

Y la presión del rival, las palmadas en la espalda, el abrazo de un mecenas, las lecciones iniciática­s del mecánico...

–Para mí, el automovili­smo era el karting –dice Alguersuar­i–. Y es cierto: a los ojos del aficionado, nunca tendrá el glamour de las grandes marcas de la F-1. Pero para los pilotos, el kart tiene todo el glamour.

LIBRO MAL CERRADO “Cuando decidí desentende­rme de la F-1, a mis 25 años, sentí que lo hacía de forma fría, seca”

EL CORAZÓN

“El karting es la esencia del automovili­smo, es más puro que los coches de lujo, los GT, la F-1 o los rallies”

SENTIMIENT­O

“No estaba en mis planes ser una persona con odio, uno que hablaba mal de algo que me había dado tanto”

REINVENTAR­SE

“Hace unos meses estaba de brazos cruzados, viendo cómo se hundía el ‘Titanic’; tenía que hacer algo”

–¿Y por qué?

–Lo que te da un KZ, un kart de marchas... La conexión con el volante, las sensacione­s radicales. Es el automovili­smo más puro, por encima de los coches de lujo, los GT, los turismos, la F-1 o los rallies. La primera vez que me subí a un kart, con ocho años, me dije:

‘Solo correré mientras sonría debajo del casco’. Si no estaba dispuesto a hacerlo, lo dejaría. –¿Por qué?

–Sin la sonrisa, te falta ese microplus que te lleva a ganar. Si no lo sientes, no vale la pena.

–¿Y por qué regresa? Ahora, Jaume Alguersuar­i retrocede meses atrás, al otoño.

–Yo estaba metido en la música, en mi proyecto como Squire, pero la pandemia lo había frenado todo. Ya no había conciertos. El parón me había cuestionad­o el proyecto musical. Y entonces me llamó Sete Gibernau. Tiene un circuito de karts en su casa, en el Baix Empordà. Me dijo: ‘¿Te animas a venir y dar unas vueltas en un kart?’. –¿Y...?

–Aquello despertó en mí algo que estaba dormido.

–¿Qué pasó?

–De repente, encontré sensacione­s que no sentía desde hacía tiempo. Iba dando vueltas y cada vez encontraba más ritmo. Agarrado a aquel volante, revivía mis primeros años.

Ahora se va al 2005. Jaume Alguersuar­i retrocede al Campeonato de España Interconti­nental A. Entonces, competía con Jeremy Iglesias.

Con el tiempo, Iglesias se convertirí­a en campeón del mundo.

–Jeremy Iglesias se quedó en el kart: allí es una leyenda. Pero si hubiera pasado a la F-1, también hubiera sido uno de los mejores del mundo. El caso es que Sete me había abierto la posibilida­d de volver a casa.

–¿Y qué pasó? –Míreme, ahora peso 76 kilos. Quiero llegar a 71 como sea. –¿...?

–Hay que dar el peso.

(...)

Tras aquella aventura en el Baix Empordà, Jaume Alguersuar­i había empezado a alimentar una idea: ‘¿Y si...?’.

–Hace unos meses estaba de brazos cruzados, viendo cómo se hundía el Titanic. Ahí decidí reinventar­me. Por eso vuelvo.

–¿Y cómo lo hizo? –Hasta los 14 años, mi padre me ayudaba como podía. Luego había que crecer. En el 2004, me ayudó la gente de Intrepid (firma italiana, una de las principale­s fábricas de karting). Se convirtier­on en mi familia. Con ellos fui segundo en la Copa del Mundo de Japón, y campeón de España, y casi gano el Europeo. Luego me seleccionó Red Bull y me fui a la F-1. Y ahora ya no soy aquel niño. Tengo un nombre. Hablé con CRG (otro gigante del karting). Me ofrecieron una prueba en Lonato (Italia). Hace quince días, corrí con Jeremy Iglesias. Apenas me sacó tres décimas en un circuito que yo no conocía del todo. Me sentí feliz, listo para volver a la batalla.

–¿Y cómo es que usted se maneja tan bien en el kart?

–Porque lo he practicado mucho. He sido el único piloto de F-1 que, mientras competía en los GP, seguía haciendo karting profesiona­l. En el 2009, en el circuito de Sarno, me entrenaba junto a Michael Schumacher y Robert Kubica. ¡Les sacaba un segundo y medio por vuelta!

LA MÚSICA

Más allá del motor, Jaume Alguersuar­i prepara un nuevo álbum como Squire, su alter ego musical

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 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Salto adelante. Jaume Alguersuar­i, en el circuito de karts de El Vendrell, durante una sesión de pruebas a mediados de abril
MANÉ ESPINOSA Salto adelante. Jaume Alguersuar­i, en el circuito de karts de El Vendrell, durante una sesión de pruebas a mediados de abril

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