El cielo es de los osados
Decenas de pequeñas aerolíneas nacen en plena pandemia por todo el mundo aprovechando las dificultades de las grandes compañías
Dirigir una aerolínea ha sido como estar al frente de un agujero negro desde que estalló la pandemia. Los grandes grupos en Europa y Estados Unidos (IAG, Lufthansa, Air France-klm, Delta Airlines...) sumaron pérdidas de 47.000 millones de euros en el 2020 y este año la sangría continúa, con la mayoría de plantillas aún en ERTE y rescates públicos millonarios.
Pero lo que para unos es un negocio ruinoso, solo salvable gracias a las ayudas de los gobiernos, para otros supone una nueva oportunidad. Desde finales del año pasado, en plena crisis de la covid y sin apenas pasajeros, han surgido decenas de nuevas aerolíneas que intentan sacar provecho de las dificultades de las grandes compañías, tres de ellas en España.
“Habrá más aerolíneas de nueva creación en el 2021 que quiebras en el 2020, no todas prosperarán, pero algunas de las aerolíneas de mayor crecimiento en la próxima década comenzarán a operar este año y el próximo”, pronostica Jim Morrison, jefe de Gestión de Cartera de Avolon, uno de los principales grupos de leasing de aviones del mundo. En su último informe de perspectivas de la industria aérea, Avolon cuenta 50 quiebras en el 2020. En lo que llevamos de año la creación de aerolíneas en todo el mundo casi dobla esa cifra y ya se acerca al centenar.
Se trata de empresas pequeñas, en muchos casos con entre uno y tres aviones, que buscan nicho en mercados muy específicos, domésticos la mayoría de las veces. Han podido adquirir aeronaves a un precio bajo y contratar pilotos y personal de cabina de las listas del paro. Uno de los casos más conocidos es el de Flyr, la compañía noruega fundada por exdirectivos de Norwegian, ahora en plena reestructuración y con un ERE en marcha para 1.190 personas en España. Pero hay muchas más.
Northern Airlines, en Suecia, pretende operar vuelos desde su base en Estocolmo a Málaga y Beirut este verano, y acabar el año con tres aviones. Norse Atlantic Airways, en Noruega, trata de captar parte del negocio de largo radio de Norwegian; Avelo Airlines y Breezee Airways quieren recuperar rutas abandonadas por grandes grupos en Estados Unidos. En Italia, EGO Airways y Skyalps buscan hueco entre las cenizas de Alitalia... Y así en todo el mundo.
En España también hay sitio para esta especie de start-ups aéreas. Pese a que el país atraviesa una crisis turística sin precedentes, tres aerolíneas se preparan para volar precisamente en el segmento de los viajes de ocio. Se trata de Canarian Airways, Islas Air y Uep Airways, todas ellas centradas en las rutas entre los archipiélagos canario y balear a la península. Las perspectivas de recuperación del negocio turístico en las islas son mejores que en el resto del país. Alemania, Dinamarca y los Países Bajos han incluido alguna de las islas en su lista de destinos turísticos seguros y turoperadores como TUI ven una alta demanda para viajar allí.
Islas Air pretende lanzar servicios regulares para conectar todas las islas de Baleares con hidroaviones y ya negocia con operar vuelos con Barcelona para finales de este año. El modelo está inspirado en las Maldivas. Uep Airways también quiere volar entre las islas Baleares, pero con aviones convencionales.
La puesta en marcha de Canarian Airways, que se presentó oficialmente a principios de año, ha arrastrado cierta polémica al estar financiada en parte con dinero público. El cabildo de Tenerife aporta el 25% del capital, mientras que el resto lo ponen hoteleros y empresarios turísticos de las islas –está presidida por Jorge Marichal, presidente de la confederación hotelera Cehat–. Su objetivo: llevar todo el turismo posible a Canarias. El cielo es de los osados.
Canarian Airways, Islas Air y Uep Airways se preparan para volar en España este año