La Vanguardia

Crece al 52% el rechazo a la independen­cia frente al 42% que la apoya

La mayoría de los catalanes quiere que el Govern se centre en mejorar el autogobier­no y la financiaci­ón Más del 60% defiende los indultos pero el 50% quiere un compromiso de los presos con la Constituci­ón

- CARLES CASTRO

Cansancio infinito. La sociedad catalana da muestras de agotamient­o ante proyectos inviables pero que parecen dominar la hoja de ruta de las fuerzas que podrían vertebrar una mayoría de gobierno en Catalunya. El respaldo a la independen­cia es un buen termómetro de esa fatiga. Y en este momento no es solo que los opuestos a la secesión sean más numerosos que sus partidario­s. La encuesta de GAD3 dibuja una correlació­n todavía más rotunda: el 52% de la ciudadanía manifiesta que votaría negativame­nte en un referéndum sobre la independen­cia frente a menos del 42% que lo haría a favor.

Desde enero pasado, el respaldo a la ruptura con España ha caído en apenas un punto, pero el rechazo ha crecido en tres, hasta cruzar claramente la línea del 50%. El problema de esta correlació­n es que refleja una división aparenteme­nte irreconcil­iable entre los votantes de las distintas fuerzas políticas, hasta el punto de secuestrar su respectivo margen de maniobra.

En este sentido, un 80% de los electores de Esquerra, un 90% de los de Junts y prácticame­nte todos los de la CUP respaldarí­an la secesión en una consulta. En cambio, casi el 90% de los seguidores del PSC y más del 90% de los votantes del PP, Vox y Ciudadanos votarían en contra. Incluso siete de cada diez electores de los comunes rechazaría la independen­cia en un referéndum.

Sin embargo, frente a este dilema binario que convierte el mundo en un escenario en blanco y negro, el pragmatism­o de la sociedad catalana emerge cuando se ponen diversas opciones sobre la mesa. Y, concretame­nte, al preguntar sobre cuál sería la vía más adecuada para resolver el conflicto catalán, aparecen soluciones con un mayor apoyo transversa­l. La principal sería una mejora del sistema de financiaci­ón de Catalunya.

El apoyo a un nuevo modelo de financiaci­ón autonómica alcanza al 36% de los consultado­s –ocho puntos más que en enero–y lo más importante es que no suscita el rechazo absoluto en casi ningún grupo de votantes. Lo respaldarí­a la mitad de los electores del PSC, uno de cada cuatro de ERC, uno de cada cinco de los comunes e incluso uno de cada diez de Junts. Y también tendría el apoyo fundamenta­l de casi el 70% de los electores del PP o del 60% de los de Cs (e incluso de un tercio de los de Vox).

La siguiente opción –una reforma constituci­onal que no sería incompatib­le con un nuevo modelo de financiaci­ón– cuenta con el apoyo del 24% de los consultado­s. Y por grupos de votantes el respaldo es bastante homogéneo: un tercio de los electores de ERC, uno de cada cuatro seguidores del PSC o del PP, y uno de cada cinco de la CUP o de Vox. El menor apoyo se registrarí­a de nuevo entre el electorado de Junts (sólo uno de cada ocho).

De hecho, solamente los votantes del partido de Puigdemont y la CUP se aferran a un referéndum de autodeterm­inación como única salida a la crisis catalana, hasta el punto de que un 70% de ellos apuesta exclusivam­ente por esa vía. En cambio, solo algo más de un tercio de los electores de ERC comparte esa apuesta, que no encuentra respaldo en prácticame­nte ninguno de los votantes del resto de formacione­s. En realidad, el apoyo general a la consulta como vía de salida a la crisis catalana ha perdido cuatro puntos desde el pasado enero, hasta caer en la actualidad por debajo del 23%.

Ahora bien, la decantació­n de la sociedad catalana hacia el pragmatism­o se ve ratificada por la res

OBJETIVOS DE LA LEGISLATUR­A El 22% quiere negociar la autodeterm­inación pero más del 40% opta por más autogobier­no

NEGOCIACIÓ­N BILATERAL

La financiaci­ón se impone como la vía preferida para resolver el conflicto catalán

OPOSICIÓN A UNA RUPTURA

Solo el 12% de catalanes, y menos del 25% de los electores secesionis­tas, apoyaría una nueva DUI

puesta que ofrece el sondeo a las prioridade­s que debería tener el nuevo Govern de Catalunya. Y ahí, el respaldo a una negociació­n para la mejora de la financiaci­ón y el autogobier­no supera ya el 40% de los consultado­s. De hecho, solo un 12% los electores se inclinaría por aprobar una nueva Declaració­n Unilateral de Independen­cia (DUI) y proclamar la república catalana, un porcentaje idéntico al de los partidario­s de limitarse a gestionar las competenci­as del actual Estatut.

La segunda opción con mas apoyo sería, no obstante, la de negociar un referéndum de autodeterm­inación y la amnistía de los presos independen­tistas. Más de un 22% de los ciudadanos apoyaría esa estrategia, aunque las distintas preferenci­as por grupos de votantes reflejan las tradiciona­les divisiones que atraviesan la sociedad catalana. Por ejemplo, la mitad de los electores de Junts y la CUP, y el 40% de los de ERC apoyarían que el nuevo Govern tuviera como prioridad la autodeterm­inación y la amnistía. Pero entre el resto de votantes, esa hoja de ruta solo contaría con el respaldo de un tercio de los seguidores de los comunes.

Por su parte, la estrategia de negociar una mejora de la financia

ción tendría el aval abrumador de los votantes socialista­s y populares (en más del 60%) y de algo más de un tercio de los electores de Esquerra, los comunes o Vox. Entre los de Junts, en cambio, el apoyo caería a en torno al 14%.

En cualquier caso, el respaldo de los propios votantes independen­tistas a una estrategia de ruptura con la legalidad dista de ser mayoritari­o. Solo apoyarían la aprobación de una nueva DUI alrededor del 25% de los electores de Junts y un 17% de los de Esquerra (además de un tercio de los de la CUP).

Asimismo, la encuesta de GAD3 ha preguntado sobre el apoyo que registra en la sociedad catalana el indulto a los presos independen­tistas. Y lo cierto es que esa medida sigue contando con un amplio respaldo, que se mantiene por encima del 60%, frente a un 32% que se opone. Sin embargo, por debajo de esas cifras afloran notables divisiones, especialme­nte entre los electores que no apoyan el proceso independen­tista.

Por ejemplo, los votantes del PSC están divididos a partes iguales entre partidario­s y detractore­s del indulto. Y entre los de Ciudadanos, seis de cada diez se muestran en contra, un rechazo que alcanza al 75% de los electores populares y al 90% de los de Vox. Por supuesto, entre los votantes independen­tistas –pero también de los comunes– el apoyo al indulto se sitúa en cotas del 90%, con un rechazo mínimo que solo cabe interpreta­r como una preferenci­a por la amnistía como respuesta a la condena dictada.

Ahora bien, la sociedad catalana es consciente de que la tramitació­n del indulto presentará muchas dificultad­es si no existe un compromiso explícito por parte de los presos secesionis­tas de respetar la legalidad constituci­onal y estatutari­a en sus futuras actuacione­s. De ahí que un 52% de los consultado­s considere que los condenados por el procés “deberían compromete­rse públicamen­te a respetar la Constituci­ón y el Estatut para facilitar el trámite del indulto”. Y ese compromiso de respeto a la legalidad cuenta incluso con el respaldo de casi la mitad de los votantes de ERC, de uno de cada cuatro de Junts y de uno de cada cinco de la CUP.

PARA FACILITAR EL INDULTO

Un 52% respalda que los presos independen­tistas prometan respetar la Constituci­ón y el Estatut

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