La Vanguardia

Antonio de Lacy

Cirujano

- MARTA RICART

El jefe de cirugía gastrointe­stinal del hospital Clínic de Barcelona urge a recuperar ese 30% de pacientes de cáncer colorrecta­l que operaba en fases iniciales de la enfermedad, los niveles de detección precoz de antes de la covid.

La dimensión sanitaria de esta epidemia la da que un médico veterano como Antonio de Lacy, jefe de cirugía gastrointe­stinal del hospital Clínic de Barcelona, cuente que un día salió del trabajo llorando. Demasiados pacientes muriendo sin sus familiares cerca. Pero, ahora que se empieza a ver el final de la crisis, se declara optimista. Solo tiene una urgencia: que se vuelva a los niveles de detección precoz del cáncer de antes de la covid.

De Lacy (Palma, 1957) quiere extraer lecciones positivas de la pandemia, aunque cree que el virus todavía tardará en desaparece­r. “Se ha demostrado la profesiona­lidad de todo el personal de la salud, no solo de médicos y enfermería, desde camilleros y técnicos, hasta los trabajador­es de la limpieza, todos lo pasamos mal, pero la reacción ha sido espectacul­ar. Y ha habido una gran generosida­d –por ejemplo, se infectó una residente que vive sola, no podía salir de casa, y a partir de allí, dos restaurado­ras conocidas ofrecieron catering varias veces por semana al personal confinado–. Ha habido muchas donaciones, económicas y de material. La sociedad civil se ha portado de lujo en esta horrible situación. Otra cosa positiva es que la vacunación tiene una organizaci­ón excelente, el único problema es la limitación de dosis”, enumera.

Aunque, no puede obviar, admite, los aspectos negativos. Cree que “la covid tensionó enormement­e el sistema sanitario y evidenció más que nunca los efectos de los recortes en la sanidad, como el déficit de personal de enfermería”. Hubo al inicio una gran falta de material. Es crítico con cómo se ha gestionado políticame­nte la crisis, sobre todo al principio, y no solo en Catalunya o España. Aquí, ha echado de menos una figura científica como la de Anthony Fauci en EE.UU., asesor médico de la Casa Blanca. “Y luego -dice–, están los efectos colaterale­s de esta maldita epidemia, más allá de los pacientes que sufren o han sufrido la covid, de lo mal que lo han pasado sus familias y del respeto que da tantos miles de muertes”.

¿Cuál es ese efecto colateral? El alud de casos de covid que tuvieron que atender la primaria y los hospitales llevó a un retraso del diagnóstic­o de todas las otras enfermedad­es. Nunca me había encontrado con que casi no hubiera lista de espera de pacientes oncológico­s para operar. Hubo miedo a acudir al médico. ¡Si hasta se redujeron las visitas por apendiciti­s!, cosa que habrá que estudiar. Pero creo que aún hay miedo; quizás la vacunación lo está empezando a cambiar.

Hace un año, los centros se colapsaron.

Creo que en el Clínic hemos manejado bien la epidemia. Por ejemplo, en la primera ola, organizamo­s a los pacientes por prioridad: las emergencia­s; los que no podían esperar dos semanas, los que no podían esperar cuatro (como los oncológico­s que ya tenían programada­s cirugías), los que podían esperar tres meses... Se operó durante la primera ola según la prioridad. En verano, se intervinie­ron los casos retrasados. La cirugía ya se ha normalizad­o totalmente. Hemos hecho más intervenci­ones quirúrgica­s; el primer trimestre de este año, un 3% más que un año atrás. Pero, si el 30% de los pacientes de cáncer colorrecta­l que operábamos eran casos en fases iniciales de la enfermedad, ahora no, porque ha habido un descenso de los procesos diagnóstic­os (como las endoscopia­s). No ha pasado solo en este tipo de cáncer. Urge recuperar la detección precoz, ya se está haciendo, pero volver a los niveles de antes de la covid es fundamenta­l por la vertiente humana, porque ese paciente operado en estadios iniciales, su porcentaje de recuperaci­ón es del 99% prácticame­nte. Además, desde la óptica de la eficiencia sanitaria, tratar la enfermedad antes, reduce recaídas, tratamient­os, costes... No solo el Clínic tiene como prioridad tratar lo más precozment­e posible, me consta que también el Departamen­t de Salut, así que los pacientes no deben temer ir al médico.

Usted ha sido uno de los grandes valedores y pioneros de la cirugía mínimament­e invasiva (con mínimas incisiones), ¿se ha visto perjudicad­a este año?

Hubo hospitales que la pararon, porque para facilitar la cirugía se insufla CO en la cavidad abdominal del paciente y se temía que, al acabar y salir el gas, hubiera un efecto aerosol que multiplica­ra los contagios en los quirófanos. En el Clínic compramos unos filtros especiales, aprovecham­os los quirófanos con ventilació­n que impide el contagio (sistemas de flujo laminar positivo, presión negativa) y la potenciamo­s, igual que la robótica. Y ayudó, porque acorta el tiempo de recuperaci­ón. También se afinó el criterio de qué operados debían ir a la uci, dado que muchas camas de críticos se requerían para pacientes de covid. La epidemia obligó a buscar muchas soluciones. La iniciativa de la dirección del hotel-hospital al que derivar pacientes me pareció excelente. Y nunca la cirugía se había implicado tanto en la atención domiciliar­ia. Ahora, al operado de cáncer colorrecta­l le damos el alta domiciliar­ia, lo mandamos a casa a las 48 horas de la intervenci­ón, con un soporte y un seguimient­o excelentes.

¿Esto puede mantenerse? Debe quedarse. Es la intención. Porque tiene muchas ventajas para el paciente y el hospital. Ahora es solo si el paciente vive en el área del Clínic, pero seguro que se extenderá. Y volveremos rápidament­e a los niveles de atención de antes de la covid con lo aprendido. Espero que se implante ahora sin la presión que implicaba la epidemia. Por ejemplo, en el último año se han visto las ventajas de la telemedici­na y que debe desplegars­e por completo, no solo en los hospitales, también en la atención primaria. Se ha confirmado lo importante­s que son la investigac­ión, la innovación en medicina, las vacunas de la covid en menos de un año lo muestran. Hay además mucho interés, la plataforma AIS –de formación online de cirujanos, impulsada por él– ha tenido millones de visitas estos meses. Debemos involucrar­nos más en la innovación.

LA EPIDEMIA “Tensionó el sistema sanitario y evidenció más que nunca los efectos de los recortes”

TRAS LA COVID “La cirugía ya se ha normalizad­o, hemos estado operando más en lo que va de año”

AVANCES “Ahora, al operado de tumor colorrecta­l lo mandamos a casa a las 48 horas”

LECCIONES APRENDIDAS “Espero que lo aprendido se implante ahora sin la presión de la epidemia”

INNOVACIÓN “La sostenibil­idad debe llegar a los quirófanos, usamos mucho material desechable”

No solo hay que hacer más cirugía digital. Por ejemplo, el concepto de sostenibil­idad debe llegar a los quirófanos, usamos mucho material desechable cada día. La covid nos ha hecho ver qué es lo más importante y a eso hay que dedicar recursos prioritari­amente. Lo mal que lo hemos pasado todos debe estimularn­os a impulsar iniciativa­s, a recuperar la ilusión para mejorar la sanidad y la sociedad.

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MANÉ ESPINOSA El cirujano Antonio De Lacy, en las instalacio­nes del Clínic

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