La Vanguardia

Hambre en Katmandú, fiesta en el Everest

Una maestra de Mallorca impulsa el reparto de comida a nepalíes que se han quedado sin nada

- ROSA M. BOSCH

Mujeres, niños, ancianos, familias al completo y personas sin techo volvieron a hacer cola ayer por la mañana a las puertas del comedor social de la oenegé Hugging Nepal, en Katmandú, en busca de su ración de dal bhat, el plato nacional del Himalaya a base de arroz, legumbres y verduras. “Hoy domingo hemos repartido 351 paquetes, pero la gente quiere repetir, es lo único que comen durante todo el día, el lunes preparemos más”, explicaba por teléfono desde la capital nepalí la maestra y cooperante de Mallorca Maria Vives, una de las impulsoras de esta iniciativa para aliviar la situación en un país azotado por la covid.

Las imágenes que a diario se ven en la zona de Paropakar Marga, cerca del gran mercado de frutas y hortalizas de Kalimati, con centenares de ciudadanos derrotados por la pobreza, y que aguardan su turno para recoger el dal bhat, contrasta con la despreocup­ación y la cierta opulencia que no ocultan algunas expedicion­es asentadas en el campo base del Everest.

Este fin de semana ciertos protagonis­tas del jolgorio, sin mascarilla, con una copa en la mano y sin guardar ni mucho menos la distancia de seguridad, difundiero­n en sus cuentas sociales vídeos exhibiendo lo bien que lo estaban pasando en el interior de una confortabl­e tienda disfrutand­o del concierto del cantautor de Detroit Mike Posner, uno de los aspirantes a coronar el Everest. Al mismo tiempo el austriaco Lukas Furtenbach, de la agencia del mismo nombre, comunicaba desolado que su equipo abandonaba su plan de ascender el techo del mundo, por prudencia, ante la proliferac­ión de contagiado­s en este enclave. Furtenbach afirma que mientras afloraban los primeros casos algunas expedicion­es seguían “haciendo fiestas”. Y el Gobierno negando que el virus también se haya instalado en esta montaña.

Volviendo a la preocupant­e situación que sufre Katmandú, lejos de las juergas a 5.350 metros de altitud, Vives cuenta que las miles de personas que se dedican a la venta ambulante no pueden ejercer su actividad mientras dure el confinamie­nto, que el Gobierno ha extendido hasta finales de mayo. La economía de muchos nepalíes depende del turismo y de trabajos informales, vender un poco de todo, transporta­r cargas... Ocupacione­s desde hace más de un año bajo mínimos.

Vives, licenciada en Derecho y maestra de castellano en una escuela, se instaló en Katmandú en el 2015, poco antes del terremoto del mes de abril. El impacto que tuvo el seísmo, con cerca de 9.000 muertos, la empujó a montar con dos amigos barcelones­es vinculados también a este país, Edu Borés y Álvaro Quintana, la oenegé Hugging Nepal para reconstrui­r escuelas, entre otras iniciativa­s.

El coronaviru­s los llevó a poner en marcha un comedor social que ofrecía menús a un precio simbólico, 35 céntimos de euro. “La gente que venía a comer era pobre pero trabajaba, queríamos que ahorrasen para que pudieran pagarse el alquiler del piso o de la habitación y otros gastos, pero con este último confinamie­nto el dal bhat es gratuito. Hoy (por ayer) hemos visto como muchas personas, hambrienta­s, se ponían nerviosas porque querían más”, explicaba Vives.

Para llevar a cabo todo el operativo, Hugging Nepal cuenta con seis trabajador­es locales y una decena de voluntario­s. “A las siete de la mañana empezamos a cocinar.

Tenemos dos grupos, el que empaqueta y el que controla las dos colas, una está destinada a los ciudadanos de más edad o con alguna discapacid­ad que no pueden estar mucho tiempo de pie esperando”, detalla Vives.

Hugging Nepal empezó con 200 raciones y hoy lunes probableme­nte duplicará esta cifra. Los alimentos los compran en los comercios de la zona y también reciben donaciones de vecinos. “Incluso vinieron dos mujeres andando desde un pueblo cercano para traernos espinacas, otros nos dan sacos de arroz. Esta es la única comida que ingieren muchos, sobre todo los que duermen al raso, personas que en situación normal, sin confinamie­nto, ya lo pasaban muy mal”.

La buena noticia es que en estos últimos días se han reducido ligerament­e los nuevos casos de covid tras el pico de más de 9.000 del martes. El sábado se contabiliz­aron 8.045.

Hugging Nepal aumenta cada día las raciones de ‘dal bhat’ para dar respuesta a centenares de personas

 ?? EDU BORÉS ??
EDU BORÉS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain