El altavoz del negacionismo
Telegram reúne cientos de miles de seguidores en canales que niegan la covid
María –nombre ficticio ya que prefiere ocultar su identidad– tiene 38 años y dos hijas. Desde que estalló la pandemia, su miedo inicial a contagiarse se ha transformado en una desconfianza exacerbada hacia el origen del coronavirus y en consecuencia hacia las instituciones y los medios que les dan altavoz. “Yo tengo claro que no me voy a vacunar. Ni a mi ni a mis hijas”, defiende María.
El caso de María no es aislado, según el último informe de seguimiento de opinión que elabora el Parlamento Europeo casi un 30% de españoles renunciarían a ser vacunados contra la covid. Y según otro estudio, hasta un 35% de los españoles desconfiaban al inicio de la pandemia de las informaciones que publicaba el Gobierno sobre el virus. La crisis de confianza estructural que ya existía antes de la pandemia, se ha convertido en terreno fértil para la infodemia: un término que hace referencia a la sobreabundancia de información, tanto rigurosa como falsa sobre un tema en concreto, en este caso la covid. Esto también ocurre en Alemania, Reino Unido y Estados Unidos: durante la pandemia, Europa se ha convertido en campo de batalla clave para ciertos agentes de la desinformación. En todos esos países, la eliminación de cuentas por parte de Facebook, Twitter y Youtube ha provocado que los negacionistas de la covid se refugien en Telegram, que el pasado enero alcanzó el hito de 500 millones de usuarios activos en todo el mundo –la segunda más utilizada después de Whatsapp, que reúne 2.000 millones–.
En España esta aplicación de mensajería, que ya era muy utilizada antes, se ha convertido en un punto de encuentro y difusión de teorías negacionistas y conspiracionistas acerca del coronavirus en un mercado de información de lengua española compartido con américa latina.
Según los datos analizados para este reportaje, provenientes de más de 60 canales y grupos de Telegram, el número de seguidores de estos grupos no han parado de crecer en el último año hasta reunir ahora cientos de miles de seguidores. Más allá de enlaces a perfiles y publicaciones al resto de redes sociales, el tipo de información que circula en estos espacios son enlaces a medios de comunicación que publican información falaz como Tierra Pura, El Diestro, Euskalnews, Trikooba, Mpr21 o Epoch Times entre muchas otras.
El más compartido en el transcurso de los últimos meses ha sido Tierra Pura, una plataforma que apareció en Argentina a finales de marzo del 2020, en plena pandemia, con el ánimo de difundir información “que se está ocultando sobre el coronavirus debido a la manipulación del régimen comunista”, tal y como explican en su propia página web. Según una investigación realizada por EU Disinfolab, este medio está relacionado con Falun Gong, una
CAMBIO DE PLATAFORMA La eliminación de cuentas en las redes sociales ha provocado un auge en Telegram
DESCRÉDITO EN EL SISTEMA La crisis de confianza estructural se ha convertido en terreno fértil para la infodemia
secta religiosa que dice estar perseguida por el partido comunista de China.
Raquel Miguel, periodista a cargo de la investigación de EU Disinfolab, explica que la fundadora de este medio era antes redactora en el periódico de Epoch Times, un periódico estadounidense ultraderechista y protrump también vinculado con Falun Gong. “Ellos ha negado la vinculación [entre Tierra Pura y Epoch Times], cada uno que saque sus conclusiones, pero nosotros creemos que es muy difícil negarla”, concluye Miguel.
El resto de medios online más compartidos son periódicos con sede en España y que se autodefinen como periódicos de derechas, religiosos o nacen con el único propósito de desmentir la versión oficial de la covid. También aparecen con recurrencia medios como RT en Español o Sputnik Mundo, que reciben financiación de Rusia, y otros que el Departamento de Estado de EE.UU identifica como “proxy del Kremlin” –medios que no son oficialmente del estado ruso, pero están muy vinculados como News Front, Global Research o South Front–.
Esta influencia de los medios prorrusos se produce de forma más incisiva en América Latina, donde circula mucha información falsa acerca los orígenes del virus y se promociona la vacuna rusa. Aunque España no sea un objetivo en sí, al compartir lengua con América Latina, este tipo de mensajes también penetran. Los perfiles de redes sociales de RT y Sputnik en español son seguidos por más de 26 millones de usuarios, mucho más que las cuentas de RT y Sputnik en inglés.
Al margen de donde proviene esta información, existen diferentes tipos de difusores de contenido negacionista y conspiracionista según la voluntad y el ánimo de los actores implicados. Marcelino Madrigal, experto en tecnología y en seguir la pista de grupos de desinformación en la red desde el inicio de la pandemia, ha detectado tres tipos distintos de agentes que se dedican a la divulgación de este tipo de contenidos por internet: grupos de extrema derecha, el lobby de las terapias alternativas e iniciativas muy personalistas que se dedican a difundir contenidos en la red.
La desinformación siempre funciona mucho mejor entre las plataformas de mensajería instantánea, donde la privacidad permite que circulen con total impunidad, que en redes sociales. Telegram, a diferencia de Whatsapp, permite una total opacidad con grupos de hasta 200.000 miembros que se pueden mantener invisibles para el resto de la comunidad. Además, también permite crear canales de difusión, que son públicos y sin límites de miembros. Según explica Alba Tobella, codirectora de Verificat, una plataforma que se dedica a combatir la desinformación, “estos hechos la convierten en una red masiva con contenidos muy difíciles de rastrear”.
Así como Twitter y Facebook permiten denunciar ciertos mensajes por ser falsos, ni Whatsapp ni Telegram permiten estas opciones. Ante el desinterés absoluto de estas plataformas para luchar contra la desinformación, Verificat reclama que “debería ser una tarea de la sociedad, desde la educación, la administración pública y la empresa privada”.
En este sentido la desconfianza preexistente hacia el sistema se ha convertido en el mejor aliado para la proliferación de canales negacionistas y medios de comunicación conspiracionistas. Según el eurobarómetro de marzo de 2019, más del 75% de los españoles desconfiaban de los partidos políticos, el Parlamento y el Gobierno. El ejercicio honesto y transparente de estos partidos, instituciones y medios es también indispensable para luchar contra la proliferación de estas estructuras de desinformación.
FUNCIONAMIENTO DE LA APP La privacidad de esta plataforma permite que los bulos circulen con total impunidad
LOS PRINCIPALES DIFUSORES La extrema derecha, el lobby de las terapias alternativas e iniciativas personales