La ultraderecha amplifica el conspiracionismo
El lobby de la terapias alternativas es también uno de los difusores
Tal y como ha ocurrido en Alemania, Reino Unido, Estados Unidos e incluso Brasil, la extrema derecha rápidamente se ha apropiado del discurso negacionista y ha actuado como un agente difusor de este tipo de información. Sin ir más lejos, en la última campaña en las elecciones a la Comunidad de Madrid, la candidata por el partido ultraderechista Vox, Rocío Monasterio, negó en repetidas ocasiones la necesidad de recortar las libertades para contener el avance del coronavirus y tildó de innecesarias todas las medidas tomadas por el Gobierno durante el transcurso de la pandemia.
De entre todos los ciudadanos españoles que se muestran reacios a inocularse la vacuna, los votantes de Vox son, de lejos, los que más en contra se muestran con un 22,3% de la población, según una encuesta elaborada por El País.
La extrema derecha puede trasladar el discurso negacionista al Congreso de los Diputados a las redes sociales y a los debates políticos. Y en todos estos espacios encontrará personas que le discutan estos argumentos. En Telegram, en cambio, no: su funcionamiento permite crear una burbuja donde se puede dirigir información falsa a una audiencia receptiva sin que nadie discuta su veracidad.
Precisamente Vox, a principios de abril de 2020 —poco después del estallido de la pandemia— animaban a sus seguidores de Twitter a descargarse la aplicación de Telegram para poder “defender España sin censuras”. Esto coincidió, además, con el cambio de políticas de Whatsapp para limitar el reenvío de mensajes de forma masiva que incorporó a inicios de ese mes. Los canales negacionistas de extrema derecha en Telegram, sin embargo, van mucho más allá de Vox, y hacen apología al nazismo y a la violencia dirigida a comunidades en específico. Todos ellos beben de información de Q-anon, una de las principales teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense que nació en 2017 por otro propósito pero que ha incorporado la negación del coronavirus en su discurso.
Entre los canales negacionistas también se encuentran los del lobby de las terapias alternativas como el reconocido Josep Pàmies, con más de 24.000 suscriptores en su canal de Telegram, que promocionaba una supuesta cura de la covid con plantas medicinales y dióxido de cloro. Más allá de los sucesos que ha protagonizado este divulgador de pseudociencia que le han llevado convertirse en titular en múltiples ocasiones, el lobby de las terapias alternativas es de todo menos anecdótico. Según denuncia Madrigal, existe un conglomerado de agentes con intereses económicos y voluntad de introducir estos remedios naturales dentro del sistema de sanidad público estatal.
En tercer y último lugar se encuentran los difusores, que por motivos ideológicos o de protagonismo, crean canales con este tipo de contenido. Entre los difusores, se encuentran canales como el de Noticias Rafapal o la Quinta Columna, con 125.000 y 45.000 seguidores respectivamente. “Efectivamente no son grandes en número y desde luego no son comparables a Alemania pero ruido hacen”, detalla Madrigal. Más allá de sus cuentas en Telegram, cada uno de ellos también dispone de una página web donde elaboran y difunden contenido negacionista. En una entrevista para La Vanguardia, Rafael Palacios, el autor del canal Noticias Rafapal defiende que “Telegram ha sido la salvación de las personas libres porque, como es público y notorio, Youtube, Facebook y Twitter prohíben el debate y la discrepancia”. A pesar de que él niega confiar en la información proveniente de RT “porque sigue el discurso globalista”, su canal comparte muchos enlaces vinculados a medios prorrusos.
EN TODA EUROPA La extrema derecha rápidamente se ha apropiado del discurso negacionista
INICIATIVAS PERSONALISTAS Algunos gurús deciden abrir canales con este tipo de contenido