Cuatro clubs sospechosos bajo lupa en Ciutat Vella
La pandemia también frenó la proliferación de clubs de fumadores de cannabis ilegales en Ciutat Vella, de aquellos que abren sin permiso y se saltan las normas que regulan estos establecimientos. Un paseo revela cómo en estos momentos la actividad de los captadores es muy inferior a la de un año y pico atrás. Hace más de un año que apenas se dejan ver aquellos personajes que se apostan en cualquier esquina y ofrecen a todos los transeúntes apuntarse al momento al club en cuestión y hacerse con la cantidad de marihuana que deseen sin tener que aguardar los preceptivos quince días. Este proceder siempre despertó una gran inquietud vecinal. A pesar de que los turistas siempre fueron su principal objetivo, los captadores nunca tuvieron problemas en acercarse a cualquier chaval de regreso del instituto. Pero el distrito de Ciutat Vella no está dispuesto a que la desescalada se traduzca en una nueva proliferación de estas actividades. Los técnicos están intensificando las inspecciones, la Guardia Urbana está investigando cuatro negocios sospechosos. Todo el mundo sabía que la tregua que trajo el virus concluiría antes o después. En los últimos tres años el distrito cerró hasta 67 clubs sin permiso: 33 en el Gòtic, 16 en el Raval, 15 en el Casc Àntic y tres en la Barceloneta.
“En el mandato anterior priorizamos la lucha contra los ilegales porque generan grandes problemas de convivencia y malos usos del espacio público –dice el concejal responsable de Ciutat Vella, el común Jordi Rabassa–. En este mandato seguimos con la misma política. Aunque el confinamiento y la bajada del turismo cambiaron las dinámicas del distrito, no bajamos la guardia y seguimos trabajando para evitar la proliferación de este tipo de establecimientos. Ahora, con el retorno de los turistas a la ciudad, queremos tener los deberes hechos e intentar evitar determinadas dinámicas que hemos visto en el pasado”.