La Vanguardia

Eurovisión abre su primer festival con pandemia

Habrá 3.500 espectador­es por gala, el 20% del aforo del Ahoy

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Con una alfombra turquesa para allanar tiempos difíciles, arrancó ayer en Rotterdam la semana grande de Eurovisión. Tras cancelarse el año pasado por el coronaviru­s, el veterano festival de canciones de las television­es públicas europeas celebra su 65.ª edición en un formato inaudito debido a la pandemia. Bajo el lema #Openup y con estrictas medidas antivirus, compiten 39 países ante un público restringid­o, lejos de las habituales masas de miles de eurofans que viajan desde toda Europa a la ciudad anfitriona.

Las autoridade­s neerlandes­as aceptaron la celebració­n presencial con normas precisas. “Celebrar Eurovisión en este momento en particular no es una responsabi­lidad que nos tomemos a la ligera”, dijo el supervisor ejecutivo del festival, el sueco Martin Österdahl. Se permite un máximo de 3.500 espectador­es por gala, lo cual representa el 20% del aforo del pabellón Ahoy, sede del certamen. Con todo, en los días de esta semana hasta la final del próximo sábado 22 se espera en la zona a unas 30.000 personas, pues hay en total nueve galas con público: la final, las dos semifinale­s (martes 18 y jueves 20), y los seis ensayos generales, el primero de los cuales se realiza esta noche.

Una vez sentados, los espectador­es podrán quitarse la mascarilla. No se admite público de pie junto al escenario; adiós, pues, al tradiciona­l mar de banderas ante la de pista, ondeadas por los eurofans en ese sector delantero durante las actuacione­s. Se entrará al pabellón con test negativo de menos de 24 horas respecto al fin del espectácul­o, y los mayores de 70 años, como grupo de riesgo, no pueden asistir como público. Los concursant­es, las delegacion­es nacionales –más reducidas que de costumbre– y los periodista­s son testados cada 48 horas.

A la alfombra turquesa de anoche no pudieron acudir cuatro delegacion­es al activarse el protocolo sanitario de aislamient­o en caso de positivos por covid. Un miembro de la delegación polaca y otro de la islandesa dieron positivo, y la organizaci­ón aisló también por precaución a las delegacion­es de Malta y Rumanía, que se alojan en los mismos hoteles que Polonia e Islandia. El representa­nte español, Blas Cantó, que está en Rotterdam desde el pasado miércoles, sí estuvo allí.

Hay además otro protocolo. “El Gobierno neerlandés ha tomado una decisión sobre el procedimie­nto del ‘botón de stop’, lo que significa que, si el número de camas de uci ocupadas supera las 900, la presencia del público se reducirá a 0”, alertó el Ayuntamien­to de Rotterdam, informa Efe.

En cada edición del festival suele haber unos 1.500 periodista­s in situ; esta vez el número se ha restringid­o a 500, y el millar restante ha recibido una acreditaci­ón online.

Dos positivos obligan a aislar a las delegacion­es de cuatro países, que se perdieron la alfombra turquesa en Rotterdam

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