Periodistas, políticos y activistas de medio mundo, espiados en sus móviles
Gobiernos tanto autoritarios como democráticos usan el programa israelí Pegasus
El software espía Pegasus, desarrollado por el grupo israelí NSO, habría servido para intervenir más de 50.000 teléfonos móviles de políticos, funcionarios, empresarios, activistas, disidentes y periodistas en medio centenar de países, según una lista obtenida durante una investigación de Amnistía Internacional y el consorcio periodístico Forbidden Stories, formado por 16 medios internacionales entre agencias de prensa, diarios europeos y estadounidenses y canales de televisión.
Gobiernos de países tanto autoritarios como democráticos aparecen implicados, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Azerbaiyán, Kazajistán, Pakistán, Hungría, Francia, India o México. NSO solo vende Pegasus a gobiernos y, según afirma la compañía, lo hace con la aprobación del Estado israelí.
El software es conocido desde el 2015 y se ha sofisticado hasta el punto de que no necesita que el usuario pinche en un enlace recibido y puede acceder a aplicaciones de mensajería, navegadores, al micrófono e incluso a la cámara. Según Jakub Vavra, analista de amenazas móviles de la firma Avast, Pegasus “se utiliza como una herramienta muy selectiva” y “en muy pocos individuos”.
En principio el objetivo de Pegasus es perseguir a terroristas y otros criminales, pero la investigación revela que fueron objetivo del programa más de 600 políticos y funcionarios, 189 periodistas y 85 defensores de los derechos humanos. El laboratorio de seguridad de Amnistía analizó decenas de móviles y ha publicado el proceso de rastreo.
El caso más notorio es el de personas vinculadas al periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado de su país en Estambul en octubre del 2018. Según The Washington Post, diario en el que colaboraba y miembro del consorcio periodístico, su prometida y la mujer de la que se quería divorciar fueron espiadas, así como el fiscal turco Irfan Fidan y Yasin Aktay, asesor del presidente Erdogan y aparentemente el hombre que filtraba a la prensa datos de la investigación. Agnès Callamard, entonces relatora de la ONU para el caso y hoy secretaria general de Amnistía Internacional, afirma que se usó Pegasus
El software espió a allegados al periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi, el fiscal y un asesor de Erdogan
“para estar por delante de lo que se pudiera revelar”. Otros periodistas espiados han sufrido amenazas o detenciones, como el marroquí Omar Radi, que ayer fue condenado a seis años por agresión sexual y espionaje. El mexicano Cecilio Pineda Birto fue asesinado en el 2017, tras ser incluido en la citada lista.
NSO ha negado tener nada que ver con todo esto. En una carta a Forbidden Stories dice que su informe se basa en “asunciones erróneas” y “teorías sin corroborar”. NSO no puede confirmar o desmentir qué gobiernos son clientes suyos. El consorcio periodístico consultó a todos los gobiernos implicados según la lista pero estos o no respondieron o negaron ser clientes de la firma.
En el 2019, Whatsapp y Facebook demandaron a NSO al detectar un intento de penetrar en 1.500 usuarios. En el 2018 hubo otra demanda en Israel y Chipre, y desde el 2017 el FBI estaría investigando a NSO, según la agencia Reuters. El ministro israelí de Salud, Nitzan Horowitz, del partido Meretz y miembro del gabinete de seguridad del primer ministro, dijo que discutiría con el ministro de Defensa, Benny Gantz, sobre a quién se exporta Pegasus.