‘Connaisseur’ en dos días

En los diarios, una de las entrevistas más valoradas es la que se hace al forastero que se ha instalado en el país, si el forastero en cuestión tiene cargo importante en alguna empresa. Si en la entrevista el extranjero suelta pinceladas que demuestran que ya se ha integrado un poco, los lectores quedan definitivamente encandilados.

Ha pasado ahora en El Comercio de Gijón. Entrevistan al belga Tom Van de Cruys, director general adjunto de Totalenergies (112.000 empleados). Tras vivir en varios países, el año pasado se instaló en Gijón. Van de Cruys loa el pixín y los Picos de Europa, y dice la frase definitiva, que el periodista escoge como titular: “Ya tengo claro que la fabada no es para cenar”. Es una afirmación que demuestra la empatía del personaje con el país donde ha ido a vivir y que está destinada a provocar en muchos asturianos una sonrisa de satisfacción. De hecho no es más que la adaptación a los usos locales de una frase conocida en medio mundo: de grandes cenas están las sepulturas llenas.

Conozco a asturianos que, si una noche les apetece, para cenar toman fabada. La digestión es pesada, pero no siempre, y no más que tener que hacer la sobremesa con gente que detestas. La prevención contra la fabada nocturna recuerda la prevención contra la paella nocturna que hay aquí. “No es pot sopar paella!” es un anatema habitual. Como la de la fabada, la digestión del arroz es pesada a veces, pero a veces no. Tampoco son de digestión fácil las pizzas –con salami, jamón, cebolla, salsas y quesos diversos– o los shawarmas hipergrasientos que mucha gente se zampa antes de irse a la cama.

El día que trasladen a Van de Cruys a Galicia y lo entrevisten, que diga que ya tiene claro que si comes pulpo á feira no puedes beber agua porque, en la barriga, el agua endurece al pulpo y te puedes morir. Es una absoluta estupidez pero así se hará el enrollado, y el entrevistador ya tendrá titular. ●

Más pesado es hacer la sobremesa con gente que detestas