Josep Pons renueva por cuatro años como director musical del Liceu y se plantea retos
El argentino Pablo Assante asume la dirección del coro y Conxita Garcia será adjunta de Pons
El proyecto de mejora artística y musical que Josep Pons tiene entre manos en el Liceu está tomando más tiempo del imaginado desde que lograra ponerse en marcha en el año 2012. La crisis del 2018 azotó el teatro ralentizando el plan previsto, cuando no paralizándolo, así que no es de extrañar que el propio director musical haya dado un paso al frente para renovar en el cargo por cuatro años más (temporada 2025-26 inclusive) con “la ilusión y el firme propósito de consolidar el proyecto musical”. “El Liceu vive un momento excepcional –dijo–, con un equipo alineado: Salvador Alemany al frente, Valentí Oviedo pilotando la nave y Víctor Garcia de Gomar ideando contenidos”.
Pons explicó los retos que la nueva dirección musical tiene por delante al tiempo que presentaba ante la prensa al nuevo director del coro en sustitución de Conxita Garcia. El maestro Pablo Assante, artista argentino formado como pianista acompañante de voces y como director de coro y de orquesta, ha destacado en teatros como la Semperoper de Dresde, donde llegó de la mano del maestro Fabio Luisi y permaneció con Christian Thielemann. Además ha colaborado en teatros como el Santa Cecilia de Roma o la Bayerische Staatsoper de Munich, en este junto a Kirill Petrenko.
Assante se mostró ayer “muy motivado y entusiasmado... inspirado por la música que es lo que nos convoca a todos”. Su cometido, según Pons, es convertir el del Liceu en un coro de referencia en Europa, y aunque el argentino no tiene pensado aún cómo conseguirlo –“las particularidades de este coro no las conozco todavía”– dijo venir “con la mente abierta”.
El modelo acordado de coro en el Liceu es de 60 cantores fijos, los que precisa la mayor parte del repertorio, y a partir de aquí contratar refuerzos puntuales. Así, en tres años hay que cubrir 9 plazas, logrando un relevo generacional del 48,2% desde el 2017. En la orquesta, el proyecto implica que en esas tres temporadas se incorporen 30 nuevas plazas, proceso que se inició en la 2014-15.
Aparte de consolidar el ciclo de conciertos sinfónicos y de cámara con músicos de la Simfònica del Liceu, y de hacer intercambios internacionales y giras por el territorio catalán, una de las novedades que más han de redundar en la mejora de los cuerpos artísticos es un acuerdo de colaboración con la editora Harmonia Mundi France para la grabación de dos títulos anuales. “Grabar es muy terapéutico, la búsqueda de una lectura impecable marca mucho la calidad de una orquesta –dijo Pons–. La primera será el año próximo”.
Además participarán en el proyecto audiovisual de música sinfónica 360° de Caixabank, que se presentará en otoño y que es la continuidad de la exitosa Symphony que se ha instalado en Caixaforum Barcelona. La orquesta estará presente también en la inminente plataforma digital del Liceu y tendrá más participación en el proyecto social y del educativo, considerados esenciales para el nuevo diseño futuro del Liceu.
Y como la reestructuración supone que el director del departamento musical, Antoni Pallés, pase a dirigir el Liceu Aprén y el Apropa, Pons se lleva a Conxita Garcia –“alguien de mi absoluta confianza”– como adjunta a la dirección musical, habida cuenta de la mayor cantidad de trabajo que habrá. “Que el teatro sea un referente artístico y musical supone un estímulo para seguir trabajando”, aseguró la que ha sido directora del coro desde el 2015, y lleva 18 años vinculada a la casa.