Arte a espuertas
Doble cartel flamenco de lujo en les Nits del Fòrum con el cante de Estrella Morente e Israel Fernández. Abrió el toledano, a la vera de su inseparable Diego del Morao; el guitarrista jerezano lo llevó en volandas cogiendo su actuación una gran altura ya desde la Soleá del cariño, con un desgarro jondo que bebe de Camarón pero que vuela por cuenta propia. Y Morao toca como los ángeles, ya sea en el punteo con el pulgar o el rasgueo rítmico, acompañando o ejerciendo con autoridad de solista.
La actuación de ambos fue de impacto, tanto cuando abordaron los exigentes y dramáticos cantes de Levante como al soltarse por bulerías, con la ayuda de dos palmeros. Su arte transmite verdad, sentimiento y dolor, con unos ayes que en el cante por fandangos o en la Seguiriya del desvelo resultan estremecedores.
Fue el suyo un triunfo absoluto, que superó al de Estrella Morente y eso que la hija mayor de Enrique Morente vino acompañada de un cuadro flamenco de aúpa, que en los momentos de mayor esplendor reunió a diez interpretes.
La cantaora granadina se arrancó por fandangos junto a tres palmeros-coristas, dos guitarras y dos percusionistas. Luego se les unieron un bajista y Tony Romero a los teclados; el ex Chambao dio acento jazz a un medley en recuerdo a su padre, con estrofas de Tienes la cara, El lenguaje de las flores o Los saeteros. Más liviana se puso en el rescate de La habanera imposible de Carlos Cano, para volver al jondo con unos tarantos de la mano del guitarrista Montoyita, que tuvo su momento protagonista, lo mismo que el resto del grupo, mientras ella se cambiaba de traje para entonar Una espina clavá, la copla Soledad ,un A Lola homenaje a Lola Flores por sevillanas y rematar con Volver. Y aún hubo tiempo para seguir escanciando arte a espuertas en una juerga flamenca con Israel y el Morao, a los que calificó de genios.