Noticias nada habituales
El coronavirus ataca la salud de muchas maneras, pero más allá de las secuelas físicas ya empieza a ser evidente que va a dejar una gran cantidad de problemas mentales. Un reciente estudio elaborado por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y Comisiones Obreras concluye que el 60% de los asalariados está en riesgo de padecer crisis de salud mental. En mayo del 2020, nada más iniciarse la pandemia, el porcentaje era del 55%, pero hace cinco años la cifra era únicamente del 23%. Casi se ha triplicado el número de trabajadores en riesgo de padecer estos problemas de salud mental. Según este informe, la cuarta parte de los trabajadores consume tranquilizantes para superar sus crisis. El estudio se refiere como posibles causas de este estrés tanto a la incerteza del empleo como a la sobrecarga laboral.
Es indiscutible que una situación de crisis económica como la que se está viviendo tiene consecuencias en el ánimo de todos, pero la covid está causando mucho más impacto más allá de la cuestión laboral. Los casos de consultas mentales se están multiplicando, y los médicos han detectado síntomas tan evidentes como el insomnio, la irritabilidad, el aislamiento social o conductas compulsivas. Los casos de violencia de género también han aumentado como consecuencia de esta pandemia. Capítulo aparte son los jóvenes, especialmente afectados en cuestiones tan graves y camufladas como los suicidios.
Quizás va siendo hora de que el Gobierno empiece a plantearse en serio este problema. Vale la pena recordar la intervención en el Congreso del portavoz de Más País, Íñigo Errejón, cuando el pasado mes de marzo se centró en solicitar un plan de salud mental en lugar de utilizar su turno para disertar sobre la actualidad política. Su iniciativa causó sorpresa y se hizo viral porque un diputado del PP le gritó: “¡Vete al médico!”. Era la reacción ante un tema extraño y ajeno a la Cámara. Seguramente no son asuntos que aparezcan de forma recurrente en nuestras porta das, ni ocupen espacio en los discursos políticos, pero forman parte del sufrimiento anónimo de miles de personas que merecen una solución. Noticias nada habituales, pero muy importantes.