Jordi Vilà
Chef del Alkimia y Al Kostat
La Acadèmia Catalana de Gastronomia ha reconocido la labor de este chef, considerado uno de los grandes por su talento y su contribución a la evolución del recetario de la cocina catalana y barcelonesa.
La Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició celebró ayer en el Palau de Pedralbes su entrega anual de los premios Nacionals de Gastronomia. Reconocimientos a la labor en un año atípico, en el que a pesar del difícil panorama que afronta la restauración con las restricciones de horarios, aforos y cierres forzados, no han querido perder la oportunidad de premiar el talento, el trabajo y el esfuerzo.
El principal galardón, el premi Nacional de Gastronomia 2021, lo ha obtenido el chef de los barceloneses Alkimia y Al Kostat, Jordi Vilà, quien lo recibió de manos del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Un tributo importante que le llega con más de 75.000 horas en la cocina y cuando desde hace años está considerado uno de los grandes cocineros catalanes que ha contribuido a la evolución del recetario de la cocina catalana y barcelonesa.
Vilà empezó con 15 años trabajando en la pastelería Baixas, estudió en la Escola Joviat de Manresa y pasó por las cocinas de Casa Irene, Neichel, Joan Piqué y Jean Luc Figueras. El primer restaurante, que abrió junto a su pareja y directora de sala Sonia Profitós, fue Abrevadero, en la avenida del Paral.lel, que más adelante cerrarían para abrir en 1992 el primer Alkimia, donde obtuvieron una estrella Michelin en el 2004 y que desde el 2016 ocupa la planta principal del edificio de la Fàbrica Moritz. Allí, regentan también Al Kostat, con una propuesta más asequible, pensando en que el cliente local pueda acudir con mayor frecuencia que a Alkimia, El chef reconocía anoche que es un premio que le ilusiona especiallación, mente porque se centra en la gastronomía, “algo a lo que he dedicado todo mi esfuerzo, y aquello que, además de la familia, más me conecta con la vida y da sentido a lo que hago”. Vilà señalaba también que el galardón es un premio de ámbito catalán, “que es la cocina que yo trabajo. Lo siento como un premio de reconocimiento y de conocimiento. Es bonito sentirte un poco profeta en tu tierra y recibir un afecto que nos hace pensar que quizás no lo hemos hecho tan mal, y que llegue de la Acadèmia de Gastronomia le da una connotación cultural que creo importante”. El premio al cocinero revedel que hizo entrega Carme Ruscalleda, ha sido para Rafel Muria, del restaurante Quatre Molins , en el Priorat. De este cocinero, formado en la Escuela Hofmann, que trabajó en el restaurante Villa Retiro (Xerta), y pasó por los restaurantes de Michel Bras (Laguiole) o el parisino L’atelier de Joel Robuchon Saint-germain, la Acadèmia destaca “su tenacidad, valentía y equilibrio, junto
Al chef de Alkimia le satisface que el premio llegue del ámbito catalán, “que es la cocina que trabajo”
con el amplio conocimiento del producto y las técnicas de cocina”. El galardón al mejor jefe de sala fue para el gallego Javier Oliveira, que entró siendo muy joven en el barcelonés Via Veneto como ayudante de camarero y se ha convertido en uno de los grandes jefes de sala del país.
Como todos los años, la Acedèmia Catalana, que preside Carles Vilarrubí, entregó también su premio especial, esta vez para la Associació d’empreses Majoristes de Mercabarna (Assocome), entidad que agrupa a 140 asociados, además de los gremios de frutas y hortalizas (AGEM) y de pescado (GMP). De todos ellos, que suman unas 600 empresas, se destacó “la solidaridad y voluntad extremas, que han demostrado con creces durante los primeros meses del estado de alarma y han seguido haciéndolo durante toda la pandemia, no dejando de suministrar a tiendas, mercados o supermercados para garantizar que todos podamos alimentarnos”.