El mensaje y el mensajero
El descubrimiento de secretos con proyección pública ha hecho cambiar el curso de la historia. En enero de 1917, los servicios secretos británicos, en plena Primera Guerra Mundial, descodificaron un telegrama que Arthur Zimmermann, ministro de Asuntos Exteriores alemán, había enviado al presidente mexicano, a través de la embajada de Berlín en Washington, proponiendo una alianza militar en el caso de que Estados Unidos entrara en guerra. Los alemanes ofrecían secretamente a México la recuperación de Texas, Arizona y Nuevo México. El descubrimiento del secreto cifrado fue el pretexto para que el presidente Wilson entrara en la guerra europea contra Alemania contribuyendo claramente a la victoria aliada sobre las llamadas potencias del centro.
No se sorprendan si para hablar de las conversaciones grabadas clandestinamente a Florentino Pérez hace más de diez años recurro a varios hechos históricos de dimensiones mayores en los que la filtración de secretos o de conversaciones íntimas ha influido en la caída o el debilitamiento de presidentes y gobiernos que pretendieron negar hechos que se habían producido.
Los papeles del Pentágono filtrados a The New York Times hicieron tambalear la estrategia militar de Robert Mcnamara, secretario de Defensa, en Vietnam. El caso Watergate fue un pulso entre el presidente Nixon y dos reporteros de The Washington Post que probaron, a través de una garganta profunda que estaba en las inmediaciones del poder en la Casa Blanca, que el presidente había mentido. En agosto de 1974, Richard Nixon dimitió para evitar que lo juzgaran, dos años antes de que expirara su mandato.
Se sabía que Stalin y Hitler habían firmado un pacto de no agresión entre la Alemania nazi y la Unión Soviética en 1939. Lo que no se conocía era el protocolo secreto que Von Ribbentrop y Mólotov, los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países, firmaron al mismo tiempo, estipulando la partición de Polonia, como de hecho empezó a ocurrir a partir de 1939.
El triste episodio de los GAL se llevó a cabo por el gobierno de Felipe González para acabar con ETA mediante la violencia de Estado. ¿Qué son las filtraciones del comisario Villarejo sino un conjunto de conversaciones, obtenidas clandestinamente y sin permiso, en sus contactos con altos jerarcas del Partido Popular y que han contribuido a la caída de Rajoy como consecuencia de la corrupción política?
No se trata de enaltecer técnicas clandestinas o secretas para obtener información. No soy en absoluto partidario de estos métodos y, menos aún , de traficar económicamente con ellos más de diez años después de haberse obtenido las grabaciones que ahora se han aireado a todos los vientos y que perjudican seriamente la imagen y la credibilidad del presidente del Real Madrid.
El mensajero puede ser ilegal, defectuoso o chantajista. Florentino tiene el derecho de presentar una querella contra José Antonio Abellán. Pero el tema no es la divulgación de las conversaciones sino si una personalidad con proyección pública puede tener un doble discurso tan contradictorio sobre personas que vitupera de forma tan grosera en una conversación con un periodista. Todo se sabrá y más ahora en que el Gran Hermano digital puede entrar en nuestra intimidad sin pedir permiso a nadie. Es más, puede entrar porque le hemos abierto las puertas de par en par con los datos que le hemos suministrado a sabiendas. Siempre he dicho que todos tenemos un gran titular a cinco columnas que nos puede, cuando menos, avergonzar o incomodar. Si se publicaran las conversaciones íntimas de tantos ciudadanos y ciudadanas podríamos abrir una desproporcionada crisis social.
No pretendo llevar este tema al campo del fútbol o a la persona del presidente del Real Madrid. Ya se ha dicho casi todo. Simplemente repetir las palabras de mi abuela cuando me decía con gran prudencia que en boca cerrada no entran moscas.
¿Tiene interés público lo que ha dicho en privado Florentino Pérez sobre Figo, Mourinho, Raúl, Casillas, Ronaldo, Relaño, De la Morena, García Farreras, Mendes, Zidane y otros hace quince años? Pienso que sí aunque la grabación se perpetrara hace muchos años y clandestinamente.
Otra cosa son las consecuencias que pueda tener. En política suelen ser grandes, pero en el mundo de las emociones y sentimientos del fútbol la rendición de cuentas es menos exigente.
La divulgación de secretos encriptados ha tenido gran repercusión en la historia