El Govern avisa que las restricciones actuales seguirán todo el verano
El TSJC avala prorrogar el toque de queda una semana, mientras la quinta ola ya desborda las ucis catalanas
El número de pacientes ingresados en ucis por covid en hospitales de Barcelona ya supera las camas de intensivos de que disponían estos centros, lo que les ha obligado a derivar a pacientes críticos a otras áreas y a suspender intervenciones quirúrgicas de otras enfermedades.
Se ha llegado a esta situación después de que en Catalunya los pacientes covid ingresados en ucis hayan aumentado un 43% en solo tres días, algo que no se había visto desde marzo del 2020. Se ha llegado a esta situación después de que la quinta ola de la covid, que en un principio había afectado sobre todo a personas jóvenes, se haya extendido a grupos de edad mayores.
Aunque el pico de la quinta ola se ha superado en Catalunya porque los contagios han empezado a bajar entre adolescentes y adultos jóvenes, los diagnósticos aún continúan en aumento en todos los grupos de edad mayores de 50 años, advierte Clara Prats, investigadora del grupo de biología computacional Biocomsc de la Universitat Politècnica de Catalunya. Por ello, “es inevitable que el número de pacientes ingresados en ucis aumente aún más en los próximos días”.
El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, adelantó ayer que los pacientes covid ingresados en ucis, que el miércoles ascendían a 440, superarán los 500 este fin de semana. Señaló también que “el pico en los hospitales tardará dos o tres semanas en llegar”, lo que hace prever que el aumento continuará hasta la primera quincena de agosto. La situación es “muy crítica”, advirtió Argimon en rueda de prensa.
“El panorama es negrísimo”, corrobora Joan Ramon Masclans, jefe del servicio de Medicina Intensiva del hospital del Mar, donde ayer tenían 22 pacientes covid en cuidados intensivos. La capacidad teórica de la uci del hospital es de 18 camas, de las que cuatro están previstas para pacientes coronarios. “La capacidad de la uci está desbordada”, observa Masclans, lo que ha obligado a atender a otros pacientes que necesitan cuidados intensivos en áreas distintas, como la de reanimación postquirúrgica y la de semicríticos.
La situación es similar en el hospital de Sant Pau –con 28 pacientes covid en una uci con una capacidad teórica de 30 para atender también otras patologías– y en el de Vall d’hebron –con 49 pacientes covid, cuando la capacidad de la uci de su hospital general era de 32 camas–.
Vall d’hebron ha recurrido a las ucis de su hospital maternoinfantil y de su edificio de traumatología, además de al edificio Garbí situado en Vallcarca, que dispone de 32 camas para pacientes críticos y semicríticos. “Disponemos de espacio para crecer, pero falta personal”, advierte Ricard Ferrer, jefe del servicio de Medicina Intensiva de Vall d’hebron, quien califica la situación de “muy preocupante”.
Todos los hospitales afectados por la nueva avalancha de casos de covid están aplazando cirugías que estaban programadas, en muchos casos de pacientes que llevan meses en lista de espera. “La actividad esencial se mantiene, como la cirugía de cáncer y las urgencias; pero nos hemos visto obligados a desprogramar mucha actividad quirúrgica no
esencial”, informa Jordi Mancebo, director del servicio de Medicina Intensiva de Sant Pau. “Si yo estuviera en lista de espera para una intervención y me la desprogramaran, me enfadaría al ver las conductas poco responsables de la gente poniéndose en situaciones en que hay riesgo de contagio”.
Lo que intentarán evitar a toda costa los hospitales es reorganizar las vacaciones del personal de las ucis porque “las necesitan, están física y psicológicamente agotados”, señala Masclans, del hospital del Mar. “Muchos están irascibles, se enfadan por cualquier cosa, a veces no pueden contener las lágrimas. No lo había visto nunca antes de la pandemia. Si les decimos que tienen que anular las vacaciones, se romperán”.
Ferrer, de Vall d’hebron, coincide en que “la gente está muy al límite. No podrán continuar el año próximo si ahora no hacen una pausa”.
Nadie ve todavía el fin de la ola en los hospitales. El número de adultos jóvenes ingresados por covid ha empezado a bajar esta semana. El grupo de 20 a 39 años ha llegado al máximo de la quinta ola el lunes 18 con 381 hospitalizados. En los dos días siguientes ha bajado a 353, lo que representa un descenso del 7,3%.
Pero el grupo de 60 a 69, que es ahora la franja de edad con más hospitalizados por covid, ha subido de 315 a 345 ingresados en estos mismos dos días, un aumento del 9,5%.
Detrás de cada una de estas cifras, hay personas, recuerda Ferrer, quien llama la atención sobre “las nueve mujeres embarazadas con covid que hemos tenido esta semana en la uci en Vall d’hebron, que forman parte de los grupos de edad donde ha habido más contagios en las últimas semanas. Incluso hemos tenido partos en la uci. Es algo que no habíamos visto en las olas anteriores”.
A Masclans, del hospital del Mar, le ha impresionado “una adolescente de 13 años en estado crítico que ha tenido que ser intubada, puesta en decúbito prono [boca abajo, para aumentar la saturación de oxígeno en la sangre], y que hemos derivado a Sant Joan de Déu”.
Los hospitales tienen que suspender intervenciones de pacientes que llevan meses en espera
Médicos y enfermeras están al límite: “Se enfadan por cualquier cosa, a veces no pueden contener las lágrimas”