El Gobierno reabre el contacto con el PP, sin avances para renovar el CGPJ
El ministro Bolaños intenta engrasar la relación con los aliados de legislatura
El renovado Gobierno de Pedro Sánchez ya constató el miércoles –con los decretos de los interinos y de las mascarillas– que cuenta con la misma y muy ajustada mayoría parlamentaria para avalar sus iniciativas. Que ni sus socios de legislatura ni nadie le regalará nunca nada, y que toda negociación le obligará a ceder en sus planteamientos. Y es muy consciente, también, de que el PP es un muro infranqueable, con el que muy dificilmente podrá trabar ningún consenso en lo que resta de legislatura. Tampoco para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por mucho que así lo demande una y otra vez la Comisión Europea, pese a que el órgano de gobierno de los jueces se encamina ya hacia los mil días con el mandato caducado.
“Yo soy un hombre de pactos”, se presenta el nuevo ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Y entre sus cometidos declarados se encuen tra “reiniciar la relación” con el PP, pese al choque entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, con la intención de “crear un clima de diálogo favorable” que permita al menos desbloquear el Poder Judicial y el resto de órganos constitucionales que permanecen en funciones. No es totalmente imposible, ya que el Gobierno y el PP sí lograron pactar en febrero la renovación del consejo de administración de RTVE –en una negociación que ya pilotó Bolaños desde la Moncloa–, pero Casado sigue sin dar su brazo a torcer.
Bolaños dio ayer el primer paso para el reinicio de la interlocución con el PP, al telefonear en primer lugar a su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. “Una primera toma de contacto, que ha durado alrededor de 15 minutos y ha transcurrido en un clima cordial y dialogante”, informó la Moncloa. Ambos acordaron mantener una reunión presencial ya en septiembre, cuando se reanuden las sesiones plenarias del Congreso.
Tampoco lo pretendía, al menos por ahora, pero la breve conversación no logró avances para el Poder Judicial. Fuentes del PP redujeron la duración de la llamada a “poco más de 10 minutos”, y se mantuvieron firmes respecto al CGPJ: “No hay nada nuevo”. Después de haber alegado numerosas “excusas”, a juicio del Gobierno, para mantener el bloqueo, Casado exige ahora cambiar el sistema de elección de los vocales, para que al menos la mitad sean designados por los propios jueces. Una opción que Bolaños descarta, para mantener el mismo sistema de elección de los últimos 30 años que permitió al PP imponer una mayoría conservadora en el Poder Judicial, a la que ahora no quiere renunciar.
Fuentes parlamentarias no vislumbran por ahora un acuerdo al respecto entre el Gobierno y el PP. Aunque dan por hecho que Bolaños tratará de “reconducir” la situación
“Yo soy un hombre de pactos”, advierte el nuevo ministro de la Presidencia ante su ronda con los grupos
a partir de septiembre. El ministro prosiguió su primera ronda de contactos telefónicos con los portavoces de Esquerra, Ciudadanos, el PNV, EH Bildu y el PDECAT. Incluso telefoneó, sin éxito, al de Vox. Y hoy completará la ronda, también con los portavoces de Unidas Podemos y el PSOE, Pablo Echenique y Adriana Lastra. Con todos ellos quedará en reunirse ya en septiembre.
Bolaños quiere volver a engrasar relaciones en tres direcciones: con el PP y con un Cs que quiera mantener su “utilidad”; con los socios y aliados de legislatura, y con la propia coalición gubernamental, para evitar los “chirridos” internos. Algunos aliados ya valoraron muy positivamente la sustitución de Carmen Calvo por Félix Bolaños, con quien la mayoría asegura mantener buena relación, al entender que ahora su interlocución con el Gobierno será más fluida y efectiva. Además, Rafael Simancas –otro “viejo conocido” de todos ellos– es el nuevo secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, lo que consideran que abundará en el mejor entendimiento que reclaman.