Un Gobierno electrocutado

Para que digan de este Gobierno: antes de empezar los Juegos Olímpicos de Tokio ya hemos batido un récord y subido una montaña. Y la escalada aún no ha terminado.

–Arriba, a poner el café y a calentar la leche.

–Pero son las seis de la madrugada. –Dirás de la mañana, las seis son las nuevas ocho, lo dice la ministra. –¿La quién?

–La que sea, espabilad que ya he oído el despertador de los vecinos y si todos enchufamos a la vez nos va a costar un buen pico.

El precio de la luz, no del café ni de la leche, el de la electricidad es como una criptomoneda, cuyo valor sube y baja sin que sepas en qué paraíso energético alguien está metiendo los dedos en el enchufe y a todos nos está pasando la corriente. Más de uno va a acabar electrocutado al ver la factura. Menos mal que tenemos un Gobierno progresista, que si no igual nos enfadábamos y eso.

–Aprovechad que es una hora valle para encender el aire y enfriar la casa. Ah, y poned la pizza en el horno, que luego ya la recalentaré al baño maría.

–Son las seis de la mañana y comemos a las dos de la tarde.

–Pues ahora comeremos a las ocho que son...

–... Las nuevas dos, lo pillamos. El miércoles tuvimos el precio más alto de la historia por el megavatio. Un diputado listo, que los hay, advirtió que este incremento repercutirá en todo y que pagamos el bocata de calamares a precio de caviar. Es como la bolsa, a más demanda, más precio. Como la bolsa o cosas peores.

–No servirá el madrugón. En la República de Weimar la gente adelantaba la hora de comer para evitar la subida de precio si todos iban al mismo tiempo, pero entonces se disparaba porque volvían a coincidir pero antes, y tenían que pagar la comida al encargarla no fuera que mientras la consumían bla, bla.

El chico Z de la casa ha sacado sobresaliente en historia y summa cum laude en mala follá y lo tiene que demostrar.

Mientras escucho el debate en el Congreso sobre el IVA de la luz pienso que el pato o bocata de calamares siempre lo pagamos los mismos y que la energía verde se lo va a poner negro a mucha gente. A la gente que no podrá permitirse encender el ventilador a ver si se lleva por la ventana a tanto experto bien alimentado.

Alguien está metiendo los dedos en un enchufe y la corriente nos pasa a todos