‘Historia y Vida’ aborda la importancia de la retaguardia en la Primera Guerra Mundial
La portada de Historia y Vida del mes de agosto, ya a la venta en los quioscos, está dedicada a la Primera Guerra Mundial y como la retaguardia fue clave. Con los avances tecnológicos en armamentos, la distinción entre militares y civiles tendió a difuminarse. Durante la Gran Guerra (1914-1918), la retaguardia fue tan importante como el frente.
El dossier de este mes de la revista Historia y Vida muestra cómo los diversos estados movilizaron de distintas formas a la población civil para sostener el esfuerzo bélico, en un desafío de magnitud formidable.
Llegó así el esperado momento para la incorporación de las mujeres al trabajo en las fábricas, necesitadas más que nunca de mano de obra por la presencia de los hombres en los campos de batalla. Ellas demostraron entonces su capacidad para ejercer ocupaciones que por lo general, y hasta ese momento, eran masculinas. Pero, aunque su contribución resultó decisiva en muchos sentidos, con el restablecimiento de la paz muchos quisieron que regresaran a sus hogares, a continuar sus labores domésticas.
El cambio, sin embargo, ya se había convertido en irreversible. El voto femenino no tardaría en ser la gran conquista de estas protagonistas silenciadas de la contienda. •