Diálogos
Bach y Brahms, dos grandes puntos de referencia lejanos en el tiempo pero unidos por una fe común, preludios, corales y una magnífica fuga final han alentado esta presentación del órgano Grenzing. Animado en esta ocasión desde los teclados y pedales por este gran organista que es Juan de la Rubia. Diálogos entre organero –el maestro Gerhard Grenzing y su equipo- y organista. Estos han sido uno de los motores del cambio, del devenir de estéticas, los diálogos entre el constructor y el intérpretecompositor. Beethoven dialogó con los nuevos fortepianos. Diálogos que trascienden lo humano, en el camino del arte y la fe. El órgano simboliza muchas cosas en la tradición cristiana; el organista suele ser invisible para la comunidad desde su tribuna inalcanzable; es, dentro de la compleja materialidad del instrumento, como si éste ocupase un espacio sobrenatural.
Enhorabuena a Gerhard Grenzing y todo su equipo. Per molts anys, y ya hace muchos que grandes catedrales del mundo y organistas os lo agradecen.