“Mi técnico no me deja retirarme, dice que tengo cuerda para rato”
Ambición “No nos vamos a engañar; nosotros vamos a por el oro, a por la medalla”
Abanderados “Con Mireia (Belmonte) formaremos una foto histórica a favor de la igualdad”
Juegos sin público “Como deportista, entiendo que se hagan; llevamos mucho trabajo a cuestas”
Saúl Craviotto (Lleida, 36 años) ha pisado el podio en los tres Juegos en los que ha participado. Cuatro medallas son un botín considerable para el piragüista, el abanderado español junto a Mireia Belmonte. Ambicioso y tenaz, quiere ampliar su impresionante historial.
¿Cuál es su objetivo para Tokio? ¿Con qué resultado se quedaría satisfecho? ¿Con cuatro medallas ya colgadas del cuello todo lo que no sean más podios será una decepción?
Si no subo al podio no se puede hablar de decepción porque no regalan las medallas pero no nos vamos a engañar. Nosotros vamos a por el oro. Acabamos de hacer unos tests y hemos obtenido muy buenos resultados.
¿Participará en K1 200 y K4 500?
Sí, participaré en las dos pruebas. Nuestros esfuerzos están volcados sobre todo en el K4 500, donde estamos muy centrados. El otro es un extra, si cae algo en la prueba individual pues mejor pero la preparación se ha dirigido al K4. ¿Oro en K4 y bronce en K1? ¿Dónde hay que firmar?
¿Con la pandemia a nivel de preparación cuáles han sido los principales escollos que ha tenido que sortear?
Hemos tenido problemas como todo el mundo, como vosotros como periodistas, como mi hija para ir al colegio, como los autónomos. Hemos tenido que sortear todo tipo de baches y de dificultades, lo peor ha sido la incertidumbre, no saber lo que iba a pasar la semana siguiente. Por suerte al final vimos la luz y los Juegos se harán.
Ya ha estado en tres Juegos Olímpicos. ¿Cuáles le gustaron más?
Es difícil elegir pero si me tengo que quedar con algunos me quedo con los de Pekín, allí fue todo impresionante, era la primera vez para mí, tenía 23 años, subir al podio… Fue una experiencia fascinante.
¿A sus 36 años se plantea estos como los últimos o no piensa en ello?
Sí, pienso en ello pero es que mi entrenador no me deja retirarme. Me dice que tengo cuerda para rato, que puedo estirar el ciclo hasta París. Que este último ciclo ha sido muy largo, de cinco años, pero que en dos años y medio-tres hay otros Juegos y que con 39 puedo seguir compitiendo arriba. Al final la decisión la tomaré yo pero vamos a ver primero cómo va en Tokio.
Un profano en la materia puede pensar que entre una prueba de 200 metros y otra de 500 no hay excesiva diferencia, pero seguro que es sustancial. ¿Cómo se afrontan una distancia y la otra a nivel de preparación y de cambios físicos?
Las preparaciones son distintas, muy distintas. Has de ganar más masa muscular para una prueba corta porque es más explosiva y no es tan importante la masa muscular cuando se trata de pruebas largas. Varía el peso que tenemos que tener para afrontarlo con mejores opciones.
¿Personalmente ha tenido alguna duda sobre la celebración, esta vez sí, de los Juegos de Tokio?
Desde el COE se han portado muy bien con nosotros todos estos meses, con llamadas y comunicaciones constantes cada vez
que surgían dudas o noticias sobre Tokio. Estamos muy agradecidos. A mí como policía en marzo ya me pusieron la primera dosis de la vacuna de Astrazeneca pero mis compañeros (finales de mayo) ya han sido informados. Iremos con garantías. Va a ser mi primera experiencia en Japón.
¿Cómo se imagina una villa olímpica en tiempos de coronavirus?
Pues va a ser la primera vez que esté en una villa olímpica, las otras tres veces no pudimos disfrutar de ese ambiente porque el piragüismo siempre suele estar alejado del anillo olímpico. El azar ha querido que esta vez lo viva en una villa diferente. Si sigo hasta París espero entonces poder vivir en una villa olímpica más normal.
A los que pudieran pensar que no vale la pena realizar unos Juegos sin público, ¿qué les diría?
Hombre, como deportista, entiendo que se celebren. Llevamos mucho trabajo a cuestas y lo queremos demostrar, queremos competir, todos los deportistas estamos en la misma línea. La gente lo tendrá que disfrutar desde casa, no será lo mismo, pero espero que se lo pasen bien.
La sede del remo en Tokio, el Canal del Bosque de Mar, ¿presenta alguna particularidad?
Con respecto a los otros Juegos con los que he competido la peculiaridad es que se competirá en aguas saladas y no dulces y eso hará variar la flotabilidad. En las semanas previas a los Juegos hemos ensayado con esta circunstancia para ver cómo puede influir esto en la competición y que no nos pille desprevenidos.
¿Qué cree que sentirá cuando porte la bandera, junto a Mireia Belmonte, en la ceremonia inaugural?
Pues mucho orgullo, voy a cumplir la tercera parte del sueño. La primera, estar en unos Juegos, la segunda ganar, una medalla, y la tercera, llevar la bandera de tu país. Además, con Mireia formaremos una foto histórica a favor de la igualdad.
En el inicio de la pandemia, como policía, volvió a patrullar las calles. ¿Qué experiencia extrajo de aquellas semanas?
Pues fue tremendo porque entonces todavía teníamos muy poca información sobre el virus, ver las calles vacías, con la gente con mucha precaución y con la paranoia del momento, fue como estar dentro de una película.
¿A través de Procter and Gamble usted destinará 10.000 dólares a la World Central Kitchen, la oenegé del chef José Andrés. ¿Hasta qué punto es importante la implicación de figuras de relieve en este tipo de proyectos?
Espero que sirva de mucho, que nuestro granito de arena sirva para que estos proyectos cobren más relevancia, para poder ayudar a más personas. Es importante que podamos involucrar a más gente. Soy muy feliz de poder aportar, de ayudar y de que hayan contado conmigo.