El Reina Sofía deposita en el MNAC sendas obras de Miró, Cuixart y Lagar
El MNAC ha incorporado a las salas de su colección permanente un óleo de grandes dimensiones de Joan Miró realizado en 1949, tras su regreso a Barcelona, gracias a un depósito del Museo Reina Sofía, que también ha cedido Omorka, de Modest Cuixart, y La Guerra Civil, de Celso Lagar, obra de 1936 que muestra los dos bandos enfrentados y los efectos sobre la población civil. La llegada de estas tres obras se enmarca dentro de un acuerdo de intercambio entre los dos museos por el que el Reina Sofía acogerá un Canals, un Urgell, un Nonell y una escultura medieval de las colecciones del Museu Nacional. Los depósitos tienen una vigencia de tres años prorrogables.
La obra de Miró, que ya puede contemplarse en las salas de la colección permanente, se suma al gran mural cerámico que el artista realizó en colaboración con Joan Gardy Artigas para la IBM, y un collage realizado en 1934, cuando tras “asesinar la pintura”, comenzó a experimentar con otras técnicas. Situada en el punto de partida de las salas dedicadas al arte de posguerra catalán, la nueva obra es testimonio tanto de un momento de creatividad en un contexto adverso en pleno franquismo, como de la influencia de Miró en toda una generación de artistas más jóvenes con inquietudes vanguardistas, especialmente en el grupo Dau al Set, fundado en 1948.
La pintura de Modest Cuixart, de 1957 y también de gran formato, “resulta fundamental a la hora de mostrar la potencia y el impacto del informalismo en Catalunya”, según los conservadores del MNAC. Omorka, una pintura oscura surcada por unos trazos radiantes que evoquen fuerzas telúricas o cósmicas, es una obra muy representativa del momento en que Cuixart entra en la abstracción informalista, obteniendo un gran éxito internacional que culminó con el Primer Premio Internacional de Pintura de la Biennal de São Paulo en 1959.
La obra de Celso Lagar (Ciudad Rodrigo, 1891-Sevilla, 1966), pintor expresionista de la primera generación de la Es
cuela de París, donde residió buena parte de su vida, cuelga también ya en las nuevas salas que el MNAC acaba de inaugurar sobre el arte del periodo de la Guerra Civil, en un espacio dedicado a las víctimas y al papel de la mujer durante el conflicto, al lado del retrato de la miliciana Lina Ódena. El óleo, titulado La Guerra Civil, incluye diversas escenas y algunos fragmentos hacen referencia a episodios concretos de la contienda, como la exhibición de cadáveres profanados de la monjas en el convento de las Salesas de Barcelona.
A cambio, viajarán al museo de Madrid un Canals, un Urgell, un Nonell y una escultura medieval