Buenos lazos, pero sin espejismos
No se puede esperar que la relación entre el futuro canciller alemán y Vladímir Putin se parezca a la que el jefe del Kremlin ha tenido con Angela Merkel. De una edad similar, ambos hablan con fluidez la lengua del otro, ambos vivieron en Dresde en la Alemania comunista..., experiencias compartidas que han facilitado los encuentros. El tiempo dirá si el pragmatismo alemán es suficiente para sortear las piedras del camino. Moscú no espera nada más. Cuando en enero pasado Armin Laschet fue elegido líder de la CDU, Andréi Klímov, vicepresidente de la comisión de Exteriores del senado ruso, recordó con ironía y prudencia a sus compañeros las primeras alegrías por la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. en el 2016. “Quienes apoyan en Alemania el Nord Stream 2 no son prorrusos, sino políticos proalemanes que protegen los intereses de los negocios alemanes”, dijo.