La Guardia Urbana refuerza la noche para evitar los botellones
Los antidisturbios se desplegarán durante la Mercè en las zonas con mayor afluencia
Barcelona lo tiene todo preparado para que hoy arranquen las fiestas de la Mercè, pero el fenómeno de los botellones, refugio de muchos jóvenes sin alternativa de ocio nocturno, amenaza con alcanzar dimensiones imprevisibles. “Se pueden producir concentraciones fuera de los espacios de la fiesta, es una contingencia que está prevista”, apuntaba ayer el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle.
La Guardia Urbana dedicará 467 de los 1.050 agentes que se desplegarán durante la Mercè para cubrir el turno de noche con el objetivo de combatir el consumo de alcohol en la calle y desalojar aquellas concentraciones masivas que contravengan la ordenanza del civismo y la normativa covid. Este despliegue policial representa un 25% más que en las fiestas del 2019, las últimas antes de la pandemia.
Los antidisturbios de la Guardia Urbana y de la brigada móvil de los Mossos se instalarán preventivamente en los espacios donde se prevé que pueda haber una mayor saturación de personas y desalojarán si detectan comportamientos incívicos.
“Actuaremos de manera intensa contra el suministro de alcohol”, avisó ayer el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez. Los agentes reforzarán las inspecciones a los locales que vendan alcohol y combatirán con sanciones la venta ambulante. Al mismo tiempo, Velázquez advirtió que desalojarán los botellones masivos siempre que se pueda mantener el “equilibrio entre el ejercicio de la autoridad y la seguridad de los agentes y de la propia gente que esté allí”.
Los botellones son ahora mismo la principal preocupación para los organizadores de las fiestas de la Mercè ante la magnitud que han alcanzando y los brotes de violencia que últimamente están emergiendo. Los precedentes auguran unas noches complicadas. En las fiestas mayores de Sants y en Gràcia, la Guardia Urbana tuvo que desalojar concentraciones masivas y el balance de verano certifica que el fenómeno fue in crescendo: entre julio y agosto se desalojaron a un total de 300.000 personas por beber en la calle.
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento, a través del Institut de Cultura, ha organizado 22 puntos donde se celebrarán espectáculos para los cuales se precisará cita previa y donde se habilitarán dos controles de acceso, para así evitar concentraciones de personas en las afueras del recinto. Los organizadores se han asegurado de que desde fuera de la zona perimetrada no se pueda ver el espectáculo y así intentarán evitar que se arremoline más público en las proximidades, como ocurrió en las fiestas de Gràcia. Una de las novedades del dispositivo policial de esta edición es el servicio de “itinerarios seguros” que ha puesto en marcha la Guardia Urbana para prevenir la violencia machista. Son rutas delimitadas hacia el transporte público en las que habrá un refuerzo policial para garantizar que las mujeres puedan caminar de forma segura sin el riesgo de sufrir acoso o una agresión sexual. Las rutas seguras están previstas en la zona de influencia del estadio Olímpic y la zona litoral.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona dejó claro ayer que se necesitará cita previa, que se debe reservar por internet, para poder acceder a los espectáculos y así cumplir con las medidas de seguridad recomendadas por el Procicat. Sin entrada no se podrá entrar. Además, recuerdan que las personas que tengan la cita para un espectáculo y no puedan ir pueden anularla a través de la misma página web. El Ayuntamiento apeló a la responsabilidad y pidió a la ciudadanía que no se acerque a los espectáculos para los que no tienen entrada para evitar aglomeraciones y disminuir el riesgo de contagio.c
Barcelona destina 467 agentes a patrullar por las noches para combatir el consumo de alcohol en la calle
Habrá un doble filtro de acceso para evitar concentraciones alrededor de los espectáculos