Los policías de ‘la patada en la puerta’ contra una fiesta ilegal, al banquillo
Los seis agentes de la Policía Nacional que se sirvieron de un ariete para echar abajo la puerta de un piso en el que se estaba celebrado una fiesta el pasado mes de marzo en Madrid se sentarán en el banquillo de los acusados por allanamiento de morada. Así lo ha acordado –una vez concluida la investigación– el juez de instrucción, quien acordó ayer la transformación de las actuaciones en un procedimiento de tribunal jurado.
En el auto al que ha tenido acceso La Vanguardia ,elmagistrado Jaime Serret recoge cómo los seis policías imputados tiraron la puerta de una vivienda, accedieron a la misma y detuvieron a sus moradores sin consentimiento de los inquilinos ni autorización judicial. Los agentes –que se ratificaron sin arrepentimiento la pasada semana en sede judicial– siempre han defendido que son impunes al concurrir un supuesto delito flagrante que justificó la entrada.
El primer varapalo les vino desde la Audiencia Provincial de Madrid que se pronunció “contundentemente” –recuerda el juez– excluyendo la existencia de delito flagrante alguno pues estimó que la desobediencia de los moradores a identificarse no es un delito, sino una infracción administrativa. Ahora el instructor que los manda al banquillo asegura que existen “sólidos indicios” de la concurrencia de un delito de allanamiento.
El abogado del inquilino, Juan Gonzalo Ospina, que celebra la decisión contra la que cabe recurso, asegura a este periódico que el auto demuestra que “nadie está por encima de la Constitución y el domicilio es inviolable, es el único reducto de nuestra intimidad y dignidad”.c