De Valencia a Catalunya
No es ninguna casualidad que el PSOE y el PP hayan escogido hacer sus congresos nacionales en los próximos días en la ciudad de València. Es cierto que existe una lógica política por la batalla desatada entre ambos partidos para hacerse con el control de la comunidad, pero también subyace la pujanza económica que está adquiriendo toda la región valenciana en los últimos años. A partir del impulso que están dando algunas grandes empresas como Mercadona, empieza a crearse un ecosistema propio en áreas concretas como el mueble, la moda, los azulejos o las nuevas tecnologías. La Valencia cutre que aparecía en las secciones de política de los diarios vinculados a tramas de corrupción, ha dado paso a otra que llena las páginas de Economía con toda clase de iniciativas.
El empresariado valenciano y el Gobierno autonómico hablan el mismo lenguaje y no es casual que la comunidad renueve anualmente desde hace siete años todos los pactos sociales. El president de la Generalitat, Ximo Puig, elogia a sus empresarios siempre que tiene ocasión ylacambra de valència, la con federación empresarial ola Asociación Valenciana de Empresarios( AVE) buscan la complicidad del Govern para tratar de crear riqueza en el territorio. Los datos económicos confirman las buenas perspectivas de la comunidad.
No se trata de hacer paralelismos en este escrito con lo que sucede en otras comunidades. Lo de Valencia va bien por si solo. Ahora bien, si entramos en comparaciones, ciertamente nos gustaría que este clima de concordia valenciano se extendiera a Catalunya, no solamente entre las diferentes administraciones y su sector productivo, sino en el seno del propio Govern de la Generalitat que, en muchas ocasiones, no parece que vaya en la misma dirección. La composición del nuevo equipo de Pere Aragonès fue recibida con optimismo y esperanza respecto a lo que había dado de si la anterior legislatura con Quim Torra. Superados los 100 días de rigor ha habido de todo. Tras la polémica por la mesa de diálogo, ERC y Junts tienen la oportunidad esta próxima semana durante el debate de política general de demostrar su cohesión. Sería bueno que lo hicieran.