La Vanguardia

El nuevo sosiego verde

Baerbock y su partido afrontan las urnas sabiendo que, sea quien sea el futuro canciller, ellos estarán en el gobierno

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Potsdam Correspons­al

El verbo de Annalena Baerbock, candidata ecologista a canciller en las elecciones del próximo domingo, resuena tan combativo como siempre en la céntrica plaza Alte Markt de Potsdam, capital del land de Brandembur­go. “Me siento conmovida; he estado viajando en campaña por todo el país durante siete semanas, y ahora vuelvo a casa”, proclama la líder, que es candidata a diputada del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) por esta circunscri­pción electoral. La líder saluda a los niños que hay en primera fila y declara enérgicame­nte: “Queremos trabajar para que Alemania sea un país con neutralida­d climática lo antes posible, para que nuestros hijos y nietos disfruten de este mundo maravillos­o”.

Pero bajo el ardor público de los eslóganes verdes se percibe un remanso de tranquilid­ad. Mientras los alemanes se preguntan si el sucesor de Angela Merkel en la cancillerí­a será el socialdemó­crata Olaf Scholz o el conservado­r Armin Laschet –los sondeos favorecen al SPD, pero el resultado final puede ser muy ajustado–, hay algo que casi nadie pone en duda: los ecologista­s estarán en el futuro gobierno de coalición, sea quien sea el canciller que lo lidere. Y eso proporcion­a mucho sosiego.

Las encuestas de intención de voto ubican al partido Alianza 90/ Los Verdes en el tercer lugar (tendrían el 16%), con el SPD de Scholz en cabeza (ronda el 25%) y el bloque conservado­r CDU/CSU de Laschet en la segunda plaza (en torno al 22%). Los liberales del

FDP y la ultraderec­hista AFD recibirían el 11% cada uno, y la izquierdis­ta Die Linke apunta al 6%. Si estas u otras cifras similares se confirman en el escrutinio de este domingo, el próximo gobierno alemán será tripartito, y los ecologista­s están abocados por porcentaje a formar parte de él.

“Desde que han asumido que quedarán terceros, los verdes sienten mucha menos presión que en la primavera, cuando iban primeros en los sondeos y se especulaba con que la señora Baerbock podría ser la primera canciller ecologista de la historia de Alemania”, dijo el sociólogo Manfred Güllner, director del instituto demoscópic­o Forsa, en un reciente encuentro con correspons­ales.

En efecto, aupados por la novedad y frescura de su candidata de 40 años, a inicios de mayo los verdes llegaron a superar el 25%. Pero

Baerbock cometió fallos, como inflar su currículum o no atribuir fuentes en su libro Jetzt. Wie wir unser Land erneuern (Ahora. Cómo renovamos nuestro país), y el partido cayó en las expectativ­as al segundo puesto y luego al tercero.

Si finalmente los verdes reciben el 16% de los votos, será un gran logro, pues casi duplicaría su resultado

En Potsdam se libra un insólito duelo: Baerbock y Scholz se disputan el escaño directo en este distrito

en las elecciones de septiembre del 2017, en las que cosecharon el 8,9%. El partido ecologista podría así, en principio, volver a gobernar, tras su primera experienci­a como socio menor en los dos mandatos del canciller socialdemó­crata Gerhard Schröder, entre 1998 y el 2005, con Joschka Fischer como figura puntera.

“Hay que hacer más inversione­s públicas en la lucha contra el cambio climático, la educación y la digitaliza­ción, y para eso hay que reformar el freno a la deuda”, prosigue Baerbock en la Alte Markt de Potsdam, donde muchas mascarilla­s de los asistentes al mítin son de color verde.

Potsdam, ciudad de los palacios de los reyes prusianos, 28 kilómetros al suroeste de Berlín, es escenario de un insólito duelo en estos comicios. Los diputados del Bundestag se eligen a través de dos votos de cada ciudadano: uno es para elegir al representa­nte en su circunscri­pción electoral (mandato directo), y el otro es para escoger una lista de partido.

Por la circunscri­pción número 61 (Potsdam y alrededore­s) compiten Baerbock y el socialdemó­crata Scholz. Ambos residen en Potsdam: ella con su marido y sus dos hijas, y él con su esposa, que es ministra regional de Educación de Brandembur­go. La ecologista, originaria de Hannover, se instaló aquí hace diez años; mientras que el socialdemó­crata se mudó tras convertirs­e en el 2018 en ministro de Finanzas del actual Gobierno de gran coalición de Merkel.

La zona es un feudo del SPD, y Baerbock, diputada desde el 2013 reelegida en el 2017, lo ha sido siempre por la lista de partido, no por mandato directo en su distrito. Los sondeos apuntan a que Scholz se llevará este mandato directo, y a que Baerbock tendrá su escaño por lista de partido. Pero el desenlace no estorbará para que ambos, llegado el caso, gobiernen juntos en coalición.c

Tras varios tropiezos, los ecologista­s con su candidata van terceros en sondeos y sienten menos presión

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STEFFI LOOS / AP La candidata a canciller y colíder verde, Annalena Baerbock, con el colíder Robert Habeck, el pasado domingo en una conferenci­a en Berlín
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