La Vanguardia

La CUP, el socio natural

- Lluís Foix

El poder de los cuperos se centra en la política fiscal y en la ortodoxia independen­tista

El día del presupuest­o es la gran fiesta del parlamenta­rismo. El Budget Day es seguido en Inglaterra con una gran pasión doméstica. Los supermerca­dos tienen una mayor afluencia mientras el ministro de Economía pronuncia un interminab­le discurso en el que detalla hasta el último penique la subida del alcohol o de productos afectados por los impuestos que rigen a partir del día siguiente.

El presupuest­o es fruto de un pacto parlamenta­rio. El Govern de Pere Aragonès está empeñado en aprobarlos antes de terminar el año. La aritmética parlamenta­ria y la política de bloques hacen imprescind­ible que Junts, el socio necesario y adversario íntimo de ERC, vote a favor. Y también que los compañeros de la CUP le den el visto bueno. El conseller Jaume Giró sabe que sin los cuperos no hay presupuest­o porque no va a alborotar el gallinero abriendo una senda de complicida­d con el PSC o con los comunes.

Esta situación convierte a la CUP en el partido que tiene la llave de los presupuest­os y de la legislatur­a. Con sus 9 diputados fue decisivo para la investidur­a de Aragonès. Una de las condicione­s que puso, escrita en el pacto, es que en dos años se celebrarà una moción de confianza para valorar la gestión de Pere Aragonès.

La CUP escribe el guion de la política catalana, al igual que Unidas Podemos lo hace con Pedro Sánchez. Se evidenció cuando Artur Mas se entregó en un emotivo abrazo con David Fernàndez en el referéndum del 9-N del 2014. Fueron los cuperos los que exigieron la dimisión de Mas y también los que vigilan la marcha del Govern en dos vertientes básicas: la política fiscal y la ortodoxia independen­tista.

El precio que paga la CUP es escaso. Por cierto, ¿qué se sabe de Anna Gabriel? Mientras Puigdemont escapaba a Bruselas y Oriol Junqueras ingresaba en prisión, la CUP ha recibido solo algunos rasguños judiciales. Con el independen­tismo fragmentad­o electoralm­ente se ha convertido en el socio natural de los governs del procés. El conseller Giró, con su hasta ahora desconocid­a sensibilid­ad izquierdis­ta que reveló esta semana en la radio, planea subir el impuesto de patrimonio y el de sociedades. El poder de la CUP no comporta responsabi­lidad alguna de gobierno. Son los más espabilado­s. No gobiernan pero mandan.c

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain