La FDA autoriza la tercera dosis para vulnerables, esenciales y mayores de 65
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos, autorizó ayer una tercera dosis de la vacuna de Pfizer para los mayores de 65 años y también para los mayores de edad más vulnerables o especialmente expuestos a la covid, como los trabajadores de la salud, profesores, cuidadores, empleados de supermercados, personas sin hogar y privadas de libertad, según detalló la FDA.
La autorización de la tercera dosis para estos grupos de personas se anuncia una semana después de que lo recomendara un comité de asesores de la FDA.
La autorización se aprobó en una segunda votación tras haberse rechazado previamente, para la mayoría de la población, al considerar insuficientes las pruebas para administrar una tercera dosis a todo el mundo.
La directora del organismo, Janet Woodcock, afirmó que a medida que se tenga más información sobre “la seguridad y eficacia” de las vacunas, incluyendo las terceras dosis, la FDA “evaluará” esa información.
Esta decisión de la FDA llega en pleno debate a nivel mundial sobre la necesidad de administrar una tercera dosis a toda la población, mientras hay países que todavía no tienen suficientes vacunas.
De este modo se restringe la petición de Pfizer, que había solicitado la aprobación para las personas mayores de 16 años de este refuerzo seis meses después de la segunda dosis.
Por su parte la Agencia Europea del Medicamento (EMA) dijo ayer que a principios de octubre emitirá su opinión al respecto.
“La prioridad sigue siendo asegurarse de que haya tantas personas vacunadas como sea posible”, señaló el jefe de Estrategia
La EMA emitirá a principios de octubre su decisión sobre si es necesaria la inoculación de refuerzo
de Vacunas y Amenazas Biológicas para la Salud de la EMA, Marco Cavaleri. Cuando se trata de dosis adicional, Cavaleri señaló que la “evidencia es cada vez más clara” sobre la necesidad de considerar esta opción para las personas inmunodeprimidas o con sistemas inmunitarios gravemente debilitados.
En cuanto a las dosis de refuerzo, aquellas que se administran a las personas vacunadas después de completar el ciclo de vacunación primaria para restablecer la protección, Cavaleri señaló que se está revisando constantemente la evidencia sobre la reducción de la protección. Aunque, por otro lado, parece “evidente” que la inmunidad inicial gana con el tiempo, la protección contra infecciones y enfermedad sintomática podría estar disminuyendo en diferentes partes del mundo, mientras que la mayoría de la evidencia actual respalda el mantenimiento de niveles de protección contra enfermedad grave.c