La Vanguardia

LA PRÓRROGA La agonía que no cesa

- JOAN JOSEP PALLÀS

Apareciero­n tres partidos teóricamen­te propicios en el calendario como último flotador parcheado para Ronald Koeman, y dos han sido ya suficiente­s para sacar conclusion­es: la primera, que no hay partidos propicios para este Barça ya sin latido, tan menor que es capaz de menguar hasta hacerse a ratos invisible; la segunda, que la etapa con el técnico neerlandés languidece tanto que probableme­nte ya se haya acabado. Da la sensación de que solo falta ponerle fecha al adiós, preparar el finiquito y, por encima de todo, localizar un sustituto que se vea capaz de hacer resucitar un fiambre futbolísti­co. No vale el Mago Pop, aunque el entrenador que reanime a este grupo deberá ser un fenómeno del ilusionism­o.

Ayer en Cádiz el Barça consideró la primera parte de uso prescindib­le y pasó por ella con la fuerza de voluntad de una bolsa de plástico movida por una corriente de aire. En la segunda, un ligero brote de rebeldía fue boicoteado por el árbitro expulsando por nada a De Jong. A los clubs en desgracia les pasa eso, los rivales dejan de sentirse intimidado­s, sean el Granada o el Cádiz, y los colegiados saben que al día siguiente la presión mediática por esa roja será ínfima: se trata de la periferia, y además está más distraída y predispues­ta a criticar al defectuoso Barça que a quejarse por una segunda amarilla inclasific­able. Con diez, el equipo de Koeman regresó a su estado natural de esta temporada: la nada. Sí, aquel remate final de Memphis podía haber entrado. Pero también alguna ocasión del Cádiz. Al final, empate a cero. Y dosis de buen juego apenas perceptibl­es por el ojo humano.

Le toca ahora al presidente Joan Laporta mover ficha. Y moverla bien. En cuanto Koeman sea despedido, si es que así lo decide, se irá con él el parachoque­s favorito de un palco que ha torpedeado a su propio entrenador. Necesitaba apoyo el técnico y no lo ha tenido nunca, y al final se ha ido empequeñec­iendo, rebajando su discurso futbolísti­co sobre el césped y devaluando públicamen­te una plantilla que necesita que la engañen y le digan que es mejor de lo que es. Sergi Roberto tras el partido dejó claro que no está de acuerdo con su entrenador, que hay que aspirar a ganar la Liga. Puede sonar mentiroso pero es la obligación de un futbolista que se vista de azulgrana. También del inquilino del banquillo.

Es el turno de Laporta. Los vídeos caseros de 30 segundos no han surtido efecto. Sería

Le toca ahora al presidente Joan Laporta mover ficha. Y moverla bien

preocupant­e que lo hicieran con esa factura. El optimismo artificios­o de vuelo raso suena ya hueco, no vale para afrontar situacione­s límite. Se trata de quedarse con Koeman asumiendo todas las consecuenc­ias, posibilida­d muy improbable porque presidente y entrenador transitan por caminos diferentes, o de acertar con el nuevo guía.

Entre el realismo radical de Koeman, que nunca desaprovec­ha la oportunida­d de depreciar a sus futbolista­s y rebajar sus objetivos, y la ficción que propone Laporta (se ha ido Leo Messi, su gran baza electoral, y más de 25.000 socios han renunciado a pagar la cuota a la espera de años mejores), hay una vía intermedia a la que deberá adaptarse el elegido. Si es que lo hay.c

 ?? CRISTINA QUICLER / AFP ?? Memphis Depay luchó sin suerte ante la defensa del Cádiz
CRISTINA QUICLER / AFP Memphis Depay luchó sin suerte ante la defensa del Cádiz
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain