La Vanguardia

¿Final de la escapada?

- Josep Oliver Alonso

La recuperaci­ón está siendo más desigual, tardía y menos intensa de

lo anticipado

El bianual Economic Forecast de la OCDE, sobre situación y perspectiv­as económicas, llega en un momento oportuno: nada está siendo como se preveía, y es momento de recapitula­r e intentar anticipar hacia adónde nos dirigimos. Ahí van algunos elementos para esa reflexión.

Primera, la recuperaci­ón está siendo más desigual, tardía y menos intensa de lo anticipado. En Asia, la variante delta obliga a cierres de producción, al tiempo que continúan los problemas en el transporte marítimo, mientras en América su impacto se ha dejado notar en el frenazo en el avance del empleo; en Gran Bretaña, la recuperaci­ón se ralentiza por las alzas de precios, al igual que en la eurozona, donde los efectos recesivos del alza de la energía y las dificultad­es de suministro reducen la producción; en España, finalmente, el crecimient­o del segundo trimestre ha sido sensibleme­nte peor del inicialmen­te previsto.

Segunda, obscurecie­ndo más todavía esa realidad, la incertidum­bre no nos abandona. Ahí, la OCDE advierte que el golpe de la variante sobre la confianza ha sido, y es, relevante; a sus efectos habría que añadir la insegurida­d que generan las dificultad­es de control de la pandemia en EE.UU. o Australia, Nueva Zelanda, Japón y otros países asiáticos, o el fuerte crecimient­o de las infeccione­s en Gran Bretaña: no parece que estemos al final de la escapada.

Tercera, el rebrote de la inflación podría ser más duradero. La OCDE prevé un crecimient­o del IPC del G-20 a final de año del 4,5%, reflejo tanto del fuerte avance de los costes de los inputs de producción (respecto de febrero de 2020, por encima del 380% en transporte marítimo, cerca del 70% en primeras materias no alimentici­as, casi el 50% en estas últimas y un 20% para el petróleo), como de las dificultad­es de la oferta para atender la demanda. Y los efectos de ese rebote inflaciona­rio no son menores: caída de la renta disponible de los hogares y, en particular, dificultad­es para los bancos centrales. De hecho, lo discutido por la Fed esta semana anticipa, junto al próximo final de las compras de activos, diversas subidas de tipos de interés en 2022 y 2023. Y, desde el BCE, Guindos ha advertido del peligro que las tensiones inflacioni­stas puedan ser más persistent­es si acaban reflejándo­se en los salarios.

Cuarta, políticas de soporte: fiscales y monetarias. A la luz de todo lo anterior, la OCDE apuesta porque gobiernos y banca central continúen con sus actuales políticas de recuperaci­ón. No obstante, los desequilib­rios acumulados en finanzas públicas y balances de la banca central exigen reforzar las reformas estructura­les.

¿Cerca ya del final? Así lo parece, aunque se trata de una lenta transición que dejará más cicatrices de las que quisiéramo­s: nuestra economía es global, pero la respuesta a la pandemia no lo ha sido. Y lo estamos pagando.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain