Arabia, Kuwait, Emiratos y Bahréin retiran a sus embajadores en Líbano
Arabia Saudí sigue apretando las tuercas a Líbano, en su cruzada contra la presunta influencia iraní vehiculada por Hizbulah. Hoy expira el plazo de 48 horas dado al embajador libanés para abandonar Riad. El pretexto son unas declaraciones de hace tres meses de George Kordahi –antes de ser nombrado ministro de Información– en las que llamaba a parar “la guerra absurda de Yemen”.
Mientras que Bahréin se unió a las medidas saudíes de expulsión el mismo viernes, ayer lo hicieron Kuwait y Emiratos. Todos ellos han retirado a sus embajadores en Beirut y han desaconsejado viajar allí a sus ciudadanos, como Riad, que además ha cerrado sus fronteras a los productos libaneses.
En sus declaraciones recogidas en su día por Al Yazira ,el veterano periodista –y hoy ministro dentro de la cuota cristiana– añadía además que “los hutíes son bombardeados y se limitan a protegerse de una agresión externa”, en alusión a la ofensiva saudí.
Al primer ministro desde septiembre, Nayib Mikati, le han quitado de la cabeza que presente la dimisión. Pero tampoco lo ha hecho Kordahi, aunque su permanencia coloca al país en una situación delicada, por la dependencia financiera de los países de la Península Arábiga.
Aunque a quien tienen en la diana los regímenes del Pérsico es a Hizbulah, por su peso en el Ejecutivo. Teherán, además, habría enfurecido a los saudíes al aconsejarles que hablaran con su jefe, Hasan Nasralah, para salir del atolladero yemení.
Anoche mismo, un coche bomba en el aeropuerto de Adén, fuera del control hutí, mató a doce personas. ●
Varios embajadores libaneses, expulsados a su vez porque un ministro llamó a parar la guerra en Yemen