Aragonès carga contra Jxcat y censura que dé “lecciones de independentismo” a ERC
Que la negociación de los presupuestos generales del Estado para el 2020 iba a generar ampollas entre los socios del Govern estaba cantado desde el instante en que Jxcat decidió el jueves presentar enmienda a la totalidad y ERC agotó el plazo hasta el viernes y optó por lo contrario. Y el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, así lo evidenció ayer al cargar las tintas contra la formación de Carles Puigdemont.
“En el 2006 las juventudes republicanas tuvimos muy claro que no podíamos aceptar un Estatut recortado”, y “muchos de los que entonces lo defendían son los que hoy vienen a darnos lecciones de independentismo”, exclamó el coordinador nacional de ERC en su intervención en el acto de los noventa años de existencia de las Joventuts d’esquerra Republicana. No citó a nadie. Pero no hacía falta, porque se le entendió todo. En el 2006 ERC votó en contra del nuevo Estatut, CIU lo hizo a favor, y las críticas iban dirigidas a los sucesores de la federación nacionalista que ahora se aglutinan bajo el paraguas de Jxcat.
En el caso de los presupuestos del Estado, Jxcat no es necesario para aprobarlos y ERC sí, y por ello los republicanos no desean conceder el más mínimo margen de juego a los posconvergentes. Quieren hacer valer sus trece diputados frente a los cuatro del partido de Puigdemont, razón por la cual rechazan la presión que intenta trasladarles el socio, que por su parte aspira a sacar rédito en la pugna por el control del espacio independentista que mantienen.
La traducción práctica de estas estrategias tan diferenciadas es, inevitablemente, la colisión, que de todos modos ERC y Jxcat procuran mantener exclusivamente en el ámbito de los partidos y evitar que se traslade al Govern.c
El president rechaza la crítica posconvergente sobre la negociación de los presupuestos de Sánchez