¿Y la ley electoral qué? Sí pero no
El Govern tiene que poner en marcha hasta mitad de la legislatura 209 normativas nuevas y aprobar al menos 177
Al Govern se le viene encima mucho trabajo. El Pla Normatiu de la Generalitat para el periodo 20212023 aprobado el martes de la pasada semana establece que hasta junio de dentro de dos años –eso es, a mitad de la legislatura– tienen que ver la luz 177 normas nuevas (50 leyes y 127 decretos). La cifra es todavía más alta si se cuentan las normas que, aunque no se aprueben, se deben empezar a tramitar durante este tiempo y se sitúa en 209 (73 leyes y 136 decretos). Entre las más destacadas está la ley electoral, un conjunto de leyes y decretos sobre los Mossos d'esquadra, la ley de la agencia espacial de Catalunya o la creación de dos nuevos impuestos sobre emisiones contaminantes.
El Pla Normatiu desarrolla los cinco ejes establecidos como prioridades en el Pla de Govern aprobado en septiembre –democrático, social, económico, verde y feminista– y fija las normas que cada departamento debe desarrollar entre este mes de octubre y el de junio del 2023. Una de las previsiones más llamativas es la de ley electoral, que hace más de cuarenta años que se arrastra. Pero, aun así, sigue quedando en el aire. Y es que el documento determina que empiece la tramitación, por parte de Acció Exterior i Govern Obert, el segundo semestre del 2022, pero no cuándo se tiene que aprobar. Es decir, sí pero no. Esto, en todo caso, sin considerar de momento la iniciativa que sobre la materia emprenda el Parlament.
Es lo mismo que pasa con la ley de regulación de los grupos de interés –los lobbies–, que se empezará a tramitar durante el mismo periodo y tampoco no tiene fecha de aprobación. Más suerte parece que tendrá la ley de memoria democrática, que Justícia prevé arrancar en lo que queda de este 2021 y darle luz verde antes de junio del 2023, en este caso también más allá del trabajo que haga el Parlament. Y Interior también tiene intención de hacer el mismo con la ley del sistema de policía de Catalunya, la modificación de la ley de la policía de la Generalitat y un conjunto de decretos que hacen referencia a la provisión de puestos de trabajo, al horario y los permisos, a los elementos identificadores y a la imagen corporativa de los Mossos d'esquadra. Todo ello en un momento en que el cuerpo se queja de falta de apoyo por parte del Govern.
Presidència prevé aprobar a partir de la segunda mitad del 2022 la modificación de la ley de comunicación audiovisual de Catalunya, para dar más presencia a la lengua catalana, e incluso antes la de la Escola d’administració Pública de Catalunya y la de erradicación del amianto. Uno de los departamentos que tendrá mucho trabajo será el de Economia i Hisenda, con la aprobación, además de los presupuestos de cada año, de la creación de dos nuevos impuestos medioambientales a partir del primer semestre del próximo año, uno sobre las emisiones portuarias de grandes buques y otro sobre las actividades económicas que generan gases de efecto invernadero. Los tributos, hoy por hoy sin cuantificar, se pondrán en marcha en colaboración con Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural.
Esta es precisamente la conselleria con más volumen de producción normativa, que tiene previsto dar salida a las leyes de prevención y gestión de residuos y de transición energética o al reglamento de prevención del despilfarro alimentario. En el polo opuesto se encuentra Recerca i Universitats, que en principio hasta mediados del 2023 no piensa emprender ninguna norma nueva. El mes de julio aprobó el proyecto de ley de la ciencia de Catalunya, actualmente en fase de tramitación en el Parlament, y el propósito del departamento es centrarse en su despliegue.
Hacia finales del 2022 Igualtat i Feminismes empezará a tramitar la ley de antirracismo, pero sin día de aprobación, y Vicepresidència, Polítiques Digitals i Territori la de creación de la agencia espacial de Catalunya, también sin fecha en el calendario. Sí que deben salir adelante en todo este periodo las leyes de turismo y economía social y solidaria (Empresa i Treball), la de servicios funerarios (Economia i Hisenda), la de adicciones (Salut), la del sistema de emergencias de Catalunya (Interior), la de acceso a la cultura (Cultura), la de fomento del asociacionismo (Drets Socials), o las de ampliación del Codi Civil de Catalunya (Justícia). Y también tendrán que hacerlo el decreto de creación de delegaciones del Govern en el exterior (Acció Exterior i Govern Obert), el de regulación de los conciertos educativos (Educació) o el de regulación de los bomberos voluntarios (Interior).
En medio de tanta normativa nueva, y aunque parezca una contradicción, la voluntad del Govern es legislar para que justamente no haya tantas normas. Es lo que prevé hacer Presidència con un decreto de simplificación de disposiciones reglamentarias que están obsoletas. Para que luego se denueste la pesada burocracia de la administración pública.c
El trámite para regular las votaciones se iniciará la segunda mitad del 2022, pero no se sabe cuándo acabará
Interior sí que dará luz verde a un conjunto de leyes y decretos sobre los Mossos d’esquadra antes de junio del 2023
Economía creará dos nuevos impuestos, a las emisiones de grandes buques y los gases de efecto invernadero
La ley de la memoria democrática saldrá adelante pronto, pero la de la agencia para ir al espacio todavía tardará