...Y la COP26 es la última oportunidad
La mayoría de los líderes mundiales presentes este fin de semana en Roma estarán la semana próxima en la inauguración de la COP26, la cumbre mundial sobre el cambio climático, que arrancará muy condicionada, precisamente, por los acuerdos y compromisos a los que haya llegado el G-20 sobre esta materia. La cumbre, que se celebra en Glasgow, debería ser un punto de inflexión con medidas acordes a la emergencia medioambiental que muchos consideran ya irreversible. Todos los expertos coinciden en que esta es la última oportunidad para salvar el planeta de los efectos aún más devastadores de las crisis climáticas que vendrán en el futuro, como sequías, olas de calor o inundaciones. Los científicos advierten que si los gobiernos no actúan ya será imposible reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030 y llegar a las cero emisiones en el 2050. Su esperanza es que la declaración final recoja avances suficientes y una hoja de ruta que sea un punto de inflexión, pero no ocultan su escepticismo.
Se consideraría un éxito limitar el calentamiento global a 1,5º. Ese fue el objetivo que ya se pactó en el 2015 en París pero parece una meta inalcanzable al ritmo actual de compromisos de los gobiernos. Y, además, un informe de la ONU señala que si no hay un cambio rápido, la Tierra aumentará la temperatura global en al menos 2,7º este siglo, por lo que ni cumpliendo el Acuerdo de París están garantizados los recortes de gases necesarios. Para limitar el calentamiento global a 1,5º solo tenemos por delante ocho años para reducir a la mitad las emisiones, acordar las políticas, implementarlas y presentar los recortes de gases, según avisa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En vísperas de la cumbre, China ha presentado su plan de acción climática, que no prevé la neutralidad de carbono hasta el 2060, la misma fecha que se plantea Arabia Saudí, primer exportador mundial de petróleo. Un objetivo poco ambicioso que ha causado decepción sobre el alcance de los acuerdos que se puedan cerrar en Glasgow. Y Biden, tras retornar a EE.UU. al Acuerdo de París, llega a esta cita debilitado al haber tenido que hacer concesiones en el Congreso para tratar de que su plan de medidas climáticas sea aprobado.
No se espera que los casi 200 países asistentes alcancen un acuerdo global muy ambicioso. Urgencia y escepticismo definen la antesala de la COP26. Todo dependerá de la responsabilidad de los países desarrollados para responder a la emergencia climática con más reducciones de sus emisiones. La COP26 es crucial porque evidenciará hasta qué punto esos países están dispuestos a empezar a cumplir lo que prometieron.c
La cumbre climática es crucial para frenar un calentamiento global que superará el previsto