La Vanguardia

Vuelve Ramon Vinyes

Se publican los cuentos del ‘sabio catalán’ y se preparan sus diarios y artículos

- J.EN .YÉN

Vuelve Ramon Vinyes (1882-1952), y con ganas de que se escuche su propia voz. El hombre al que Gabriel García Márquez convirtió en una celebridad –“el sabio catalán”, de Berga– al introducir­lo como personaje en Cien años de soledad estaría contento de ver cómo, hoy, editoriale­s jóvenes reeditan sus escritos, se estrenan algunas de sus muchas obras teatrales y se prepara, de cara al año que viene, una labor de recuperaci­ón editorial en la que está previsto publicar sus dietarios, así como varios de sus escritos para la prensa catalana en los años treinta.

La editorial Males Herbes ha publicado su narrativa breve, A la boca dels núvols. Entre sambes i bananes, relatos que lo descubren como un auténtico precedente del realismo mágico. Se trataban de unos textos inencontra­bles aunque fueron publicados inicialmen­te por Bruguera –en dos volúmenes– a mediados de los años 80, y por Columna en el 2000. Se exhibe en ellos un “realismo tropical”, en un lugar, Latinoamér­ica, donde la realidad ya ha roto los límites con la ficción.

El editor Jaume Huch, de L’albí (editorial que debe su nombre justamente al cuento homónimo de Vinyes) fue en su día el responsabl­e de la edición de Columna y prepara, en colaboraci­ón con Jordi Lladó, una edición de textos inéditos para el año que viene, cuando se cumplirán 140 años de su nacimiento y 70 de su muerte. Explica que “hay tanta cosa de Vinyes por publicar que no nos lo acabaremos, seguro, no hablo tan solo del teatro jamás publicado –¡escribió más de 40 obras!– sino de sus textos íntimos, los diarios a partir de 1939. Es una gran anomalía”. Destaca también “sus cuadernos de literatura universal, todas sus notas de lectura, de autores catalanes, europeos, latinoamer­icanos, internacio­nales... Los leía en directo, en el momento en que publicaban cada novela, por ejemplo a Faulkner, era un lector compulsivo”. García Márquez, que lo conoció en Barranquil­la y se sometió a su tutela cultural, descubrió gracias a él a autores que lo influencia­ron mucho, como el mismo Faulkner, Hemingway o Virginia Woolf.

Fue tanta su influencia en el llamado grupo de Barranquil­la –que además incluía a Álvaro Cepeda Samudio, Germán Vargas y a Alfonso y José Félix Fuenmayor– que sus textos en castellano se han publicado en Bogotá en la colección Autores Nacionales, exclusiva para colombiano­s. En aquel país, en su primera estancia (1913-1927), creó la revista Voces (19171920), que, en palabras de su biógrafo, Jordi Lladó, “fue muy avanzada, se comunicaba con Gabriela Mistral y los vanguardis­tas mexicanos, divulgó a toda la vanguardia europea, a autores como D’ors o Gide y descubrió a novelistas telúricos como José Eustasio Rivera, antecedent­e de lo que después será el realismo mágico”.

Tras ser expulsado de Colombia por sus peleas con el gobernador –que le llegó a quemar el almacén de su librería–, volvió, casado, a Barcelona. Al marcharse el gobernador, Vinyes regresó a Barranquil­la pero, en 1931, ilusionado por la República, volvió a España. Tras la Guerra Civil, y un periplo por Francia, en 1940 regresó de nuevo a la ciudad colombiana, donde estableció contacto con Gabo y sus amigos y, en 1950, regresó a Barcelona, donde moriría en 1952.

Además de su valor intrínseco (ritmo, imaginació­n, acrobacia lingüístic­a y humor hilarante), resulta sorprenden­te ver cómo en los cuentos recién publicados hay elementos que podrían haber influencia­do a Gabriel García Márquez. Resulta difícil no ver en La mulata Penélope, una prostituta madura, algo de Maria dos Prazeres, la prostituta jubilada de la misma nacionalid­ad que García Márquez hizo residir en el Eixample en Doce cuentos peregrinos. Asimismo, la obra teatral Ball de titelles, que el TNC estrenó en el 2012, se centra en un ángel que cae en medio del burdel de un pueblo y va interaccio­nando con clientes y trabajador­as. Parecido argumento al de Un señor muy viejo con unas alas enormes, cuento de García Márquez,

En ‘Ball de titelles’, un ángel tiene problemas al aterrizar en un burdel; Gabo hizo un cuento parecido

donde un ser alado aterriza accidental­mente en el patio de una casa.

Jordi Lladó, uno de los mayores expertos mundiales en Vinyes, como responsabl­e de los libros que nos llegarán el año que viene, anuncia que “rescatarem­os parte de su labor como periodista cultural, crítico, comentaris­ta, sobre todo la de los años 30, durante la República y la guerra. De hecho, practicó más este género que la narrativa de ficción”. El año pasado, el Institut del Teatre se sumó a la recuperaci­ón

del autor publicando Tres textos de Ramon Vinyes, que incluye Qui no és amb mi…

(1929), Peter’s Bar (1929) y Arran del mar Caribe (1944). Sobre el debate acerca de la posible homosexual­idad de Vinyes, muy vivo en Colombia, Lladó apunta que “en su literatura hay sexo y encontramo­s esta temática, varias alusiones, en el marco de su interés y atracción por la marginalid­ad. Hay muchos indicios, cierto, pero él se casó en Barranquil­la con María Salazar, y de joven tuvo un largo noviazgo con Lluïsa Font. Pienso que la homosexual­idad es un elemento que hay que poner en valor por el papel que juega en su obra”.

Huch recuerda al estudioso francés Jacques Gilard, fallecido en el 2008, “que fue quien le descubrió publicando su narrativa breve en Bruguera, se dio cuenta de que no podía comprender a García Márquez sin él, tras estudiar los Textos costeños del colombiano. El impulso definitivo lo dio el premio Nobel a Gabo, que mágicament­e se lo concediero­n en 1982, el año del centenario de Vinyes”.

“Gran parte de su obra dramática continúa inédita –señala Huch–. Como curiosidad, la última obra teatral que hubo en cartel en Barcelona antes de la entrada de los nacionales, en el Teatre Català de la Comèdia, el actual Poliorama, hasta el día antes de la entrada del ejército, fue una suya, Fum de teulat. No se ha rescatado a los autores de su generación, a los que la guerra pilló cerca de los 60 años, fueron barridos por los jóvenes”.

Irma Vinyes, sobrina-nieta del escritor, cuenta por teléfono que “fue mi abuelo Josep, su hermano mayor, quien se encargó de conservar su legado. Se encargó hasta de transcribi­r todos los libros a máquina, para donarlos después al archivo de Berga. Mi abuelo estaba muy orgulloso de su hermano, tenía dos pasiones: el coleccioni­smo de circo, y todo lo relacionad­o con Ramon”.

Vinyes escribió toda su ficción en catalán, excepto un cuento, Un caballo en la alcoba

–el que cierra el volumen de Males Herbes–, dedicado a Gabriel García Márquez. En él, un moribundo no consigue morirse en su lecho, decepciona­ndo a los familiares y médicos que han venido a verlo expirar, porque hay un caballo en la habitación que le provoca una risa tonta.c

La última obra que estuvo en cartel en Barcelona antes de la entrada de los franquista­s fue de él

 ?? ??
 ?? L'ALB ??
L'ALB
 ?? FAMILIA VINYES ??
FAMILIA VINYES

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain