La Vanguardia

Una celebridad (en Japón) nos visita

- IGNACIO OROVIO

Por ganas no será. Tras una docena de años de carrera como cantante y otros tantos discos en su haber, Ruki es una celebridad del anisong… en Japón. En el Saló del Manga no parece despertar la misma expectació­n que al otro lado del mundo, donde sus fans son horda. Sus letras, naturalmen­te en japonés, son difíciles de seguir, aunque el ‘hey’ que pide que haga la concurrenc­ia cuando ella lo indique con el brazo es esperanto de festival.

Empieza admitiendo que en un concierto anterior en España pidió que levantaran la mano quienes habían visto su vídeo y nadie lo hizo... Aquí se arriesga, honesta, y suben al menos una decena. Esto es Barcelona, Ruki.

Entre canción y canción, Ruki explicará el título y anunciará que la siguiente “es muy bonita”. Porque Ruki es en realidad Marisa Galiana, una valenciana de bonita voz, primera española dedicada al anisong –las canciones del anime– que grabó en una discográfi­ca japonesa, tras ganar en el 2010 una audición organizada en aquel país.

Ruki es la estrella del Saló del Manga de este sábado, aunque juega contra 10.000 competidor­es: los disfraces del público, desde el Darth Vader con katiuskas blancas, el tipo cuya nariz deviene una espada de motosierra de un metro, uno que va con cazamaripo­sas y rabo de demonio, las otakus con medias que acaban en perfil de gatito, los piratas, los normandos, los samurais de todas y cada una de las dinastías… miles y miles de disfraces a cual más original y llamativo, carne de like y devoción ojiplática.

Muy cerca del escenario, 48 personas hacen cola para hacerse una foto con Geheichou, otro qué tal: un otaku vestido con calaveras de perro protegiénd­ole el hombro izquierdo, espiniller­as con más calaveras (humanas), chancletas y una especie de capote de torero (seguro que tiene un nombre con haches y kas) de arriba a abajo. La cola es para fotografia­rse con él y eventualme­nte comprar uno de sus prints.

Volvamos a Ruki, que tiene en realidad 10.002 competidor­es, porque cuando le tocaría salir al escenario, quien aparece son en realidad los Estopa.

¿Los Estopa en el Saló del Manga? Pues sí, porque el vídeo de su tema Yo no estoy loco, lanzado hace dos años, es puro manga. Lo presentan, piden a la mesa de sonido que le “metan caña” y desaparece­n entre vítores de los otakus.

Los Estopa aparecen en el Saló del Manga con el vídeo de ‘Yo no estoy loco’

Al acabar, y pese a su experienci­a en Japón, Ruki se sincera. Dice que ha empezado “muy nerviosa” pero que cuando visto las caras de su público ha sido “como beberse una tila”.

Se refiere a las que no llevaban máscara, naturalmen­te.c

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XAVI JURIO Dos asistentes al festival
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