Con el agua al cuello
Los clubs lanzan un grito de alerta por el incremento del coste de la energía que les amenaza con el cierre
Poco podían imaginar los clubs deportivos, y en especial los de natación, que después de la pandemia de la covid –que les restó un 30% de socios– sufrirían, casi sin tiempo de recuperarse, otra plaga en forma de crisis energética que amenaza con hacerles bajar la persiana. Tras el esperado desconfinamiento y la reapertura de las instalaciones, ahora los clubs se plantean incluso reducir parte de sus servicios y ven afectada su actividad deportiva y competitiva. Y sin clubs, no hay éxitos, ni Copas de Europa ni medallas olímpicas...
“Parece que nos hemos resignado por la subida de los precios de la energía, pero para los clubs es un problemón”, explica Claudi Martí, presidente del CN Sabadell, una de las mayores entidades de España, con 1.200 deportistas federados de 20 secciones, que llegó a tener 28.000 socios antes de la covid. Perdió 8.000 y ahora está por los 22.000. El problemón del que habla Martí tiene números: “El incremento calculado del precio de la luz y el gas que tendremos en el ejercicio 21-22 es del 70%-80% respecto al anterior”. Traducido en euros: 600.000 más para sufragar la factura energética. De pagar 1 millón de euros por luz y gas, a prever 1.700.000. Un incremento equivalente al presupuesto del waterpolo del club.
Es el caso más sangrante –por la envergadura de la entidad– de entre los 36 clubs que forman parte de la Associació Empresarial de Clubs de Natació de Catalunya (AECNC). En las entidades acuáticas, el gasto medio por consumo energético es de un 15% de los presupuestos, el segundo capítulo más abultado después del personal. “Con el incremento del coste energético (de un 40%), este gasto se ha desviado hasta un 30%-40%; este incremento no es banal, porque obliga a rehacer las cuentas de asociaciones que son sin ánimo de lucro, y no ingresan del ticketing”, explica Sergi Pujalte, secretario ejecutivo de la AECNC.
Las consecuencias de este incremento del coste de la energía, lógicamente, son perniciosas y con un final insospechado. Y más en los clubs de agua, los que más sufren la crisis energética. “¿Por dónde ajustamos los presupuestos? No nos queda margen”, se pregunta Claudi Martí. “La Administración debe entender que los deportes de agua necesitamos una ayuda: la natación, el waterpolo, la sincronizada... son caros porque requieren instalaciones caras y caras de mantener, que se practican en recintos privados (el 90% de deportes se hacen en instalaciones públicas), que requieren climatización del agua de piscinas interiores y exteriores, calefacción, saneamiento...”. No le cuesta lo mismo a un club abrir una piscina 17 horas diarias los siete días, que un pabellón, una pista o un campo de fútbol, con un suministro energético mucho menor y en muchos casos de propiedad municipal (que suele hacerse cargo de la factura energética).
Para afrontar el problemón energético, los clubs, con el agua al cuello, lanzan un SOS a las Administraciones. Piden una ayuda económica directa para paliar el sobrecoste energético, como ya han recibido del CSD los clubs de baloncesto de la Liga ACB (8 millones) y de balonmano de la Asobal (2 millones) “para paliar los efectos de la pandemia”. También reclaman una rebaja del IVA que pagan como sociedades, el 21% al 10%, “como medida excepcional, como ya se ha hecho en otros sectores” –recuerda Martí–, y una reducción de los costes sociales de sus deportistas (cuotas de seguridad social e IRPF), “ya que muchos compiten a tiempo parcial con las selecciones”.
El presidente del CN Sabadell lanza una reflexión: “Si tenemos que reducir nuestros presupuestos (de 13 a 10 millones en el CNS) y destinar más dinero a gastos energéticos, ¿cómo mantendremos el nivel competitivo de nuestros equipos y ligas? Los clubs no hemos recibido ni un euro de las administraciones para mantener la actividad deportiva ni el nivel competitivo, y esto no es justo”.
El sector acuático, representado por la AECNC y las Federaciones Española y Catalana de Natación, expondrá su situación crítica al CSD el jueves en Barcelona.c
El incremento del precio de la energía ha disparado el gasto del 15% al 40% en clubs ya tocados por la covid
“Los clubs no hemos recibido un euro de las administraciones para mantener la actividad y el nivel competitivo”