Iman dice que no volverá a casarse jamás
La viuda de David Bowie, fallecido en el 2016, lanza un perfume en su honor
Se enamoraron a primera vista en una cita a ciegas. Tanto que la misma noche que se conocieron especularon sobre cómo se iban a llamar sus hijos. Ella era Zara Mohamed Abdulmajid la supermodelo somalí conocida como Iman. Él, el genio del rock, actor y pintor David Bowie.
Aun así, después de su primera cita, Iman le hizo esperar. Voló a París para desfilar para Thierry Mugler. Cuando acabó, su habitación de hotel estaba llena de gardenias. Y en Los Ángeles, él la recibió en el aeropuerto. “Así fue como empezó. Él me cortejó correctamente”.
Casi seis años después de la muerte del creador de Starman o Ziggy Stardust de cáncer hepático, su viuda asegura que no volverá a casarse jamás. En una entrevista en People, la modelo ha explicado que cuando su hija, Alexandria Lexi Jones , ahora de 21 años, le preguntó al respecto, ella le dijo: “‘No, no lo haré’. Todavía me siento casada. Hace unos años, alguien se refirió a David como mi difunto esposo y le dije: ‘No, él no es mi difunto esposo. Es mi esposo’”, afirma Iman, de 66 años.
“Siento su presencia, especialmente cuando miro las gloriosas puestas de sol en nuestra casa porque a David le encantan”, prosigue. “Así que él está siempre presente. A través de mi memoria, vive mi amor”. Y para poner fragancia a ese amor eterno, Iman ha creado su primera fragancia, Love Memoir.
La pareja se casó en Florencia (Italia) el 6 de junio de 1992. Fueron felices en Nueva York, donde el músico podía “esconderse a plena vista” en sus librerías favoritas y llevar a su hija a casa desde la escuela. Iman rememora que “era una vida preciosa, pero a la vez muy normal y corriente. Eso era lo grandioso... Desearía haber tenido más años”. En cuanto a como era el cantante en el día a día, lo describe como “un caballero muy divertido y cálido”, no tan excéntrico como aparentaba. “Todo el mundo habla de que era futurista, pero no, no lo era, nada le gustaba más que usar un traje de tres piezas”. Y explica que “lo conocía como el hombre, David Jones, su verdadero nombre”, dice Iman, pionera en crear cosméticos que se adaptan a los diferentes colores de piel, en 1994.
La idea del perfume se le ocurrió mientras vivía en su casa de campo al norte del estado de Nueva York. La fragancia entrelaza el vetiver amaderado (el vetiver gris de Tom Ford era el favorito de Bowie) y la bergamota de la Toscana, donde se casaron. El resultado, dice, es “un monumento al amor eterno”.
Iman y Bowie se complementaron a la perfección. “Sin él no sé si hubiera tenido el valor de comenzar Iman Cosmetics”, explicaba hace unos años. “Estaba muy orgulloso de que fuera una de las primeras líneas inclusivas”. A su vez, ella le dio seguridad. “Creo que David pudo abrirse más porque con nosotras se sintió seguro. Y sus fans vieron que se reía y sonreía más”.
“Él no es mi difunto esposo. Es mi esposo”, reivindica la modelo, de 66 años, que ha creado Love Memoir