El mérito de Buenafuente
Andreu Buenafuente es una marca televisiva sin artificios. Es él con su manera de entender el medio y el entretenimiento. Quizás también el mundo que nos rodea. Es presentador y muchas cosas más, pero su gran mérito reside en tener claro en cada momento qué es lo que quiere hacer y cómo ejecutarlo, con medios pero sin la necesidad de usar humo o piruetas cósmicas para edulcorar el producto. Bebe de la ironía, la sátira y el humor punzante, pero blanco. Su fórmula para fabricar sonrisas huye del dardo tóxico y se refugia en el golpe inteligente, en el arañazo necesario pero sin llegar a la sangre. Y encontrar ese equilibrio en un momento social en el que las redes han revolucionado nuestra capacidad para ofendernos no es nada fácil.
Andreu es una mente privilegiada que huye del halago y el protagonismo fuera de los platós, pero que ilumina el medio con unas ideas que beben de la misma fuente, pero que se van transformando en todos sus proyectos, también radiofónicos, bajo el paraguas de su productora, El Terrat, que es el cerebro a través del que se vehiculiza todas sus diabluras. Se abraza al surrealismo, a la entrevista, al monólogo, a la parodia, al humor negro, y al talento de otros colaboradores como Berto Romero a los que ha ido cediendo su espacio para que se hagan grandes junto a él.
En los últimos años Buenafuente, que empezó comentando titulares jocosos de la prensa en el espacio de TV3 Persones humanes presentado por Mikimoto, se ha convertido en el gran referente de los late night de nuestro país, una fórmula que domina a la perfección pero que desgasta como nada en el medio cuando hay que ejecutarla prácticamente a diario. Y en eso el presentador siempre ha sido honesto: cuando su salud mental se ha visto afectada o las ideas corrían el resigo de sufrir un estancamiento, siempre ha preferido dar un paso al lado y buscar nuevas motivaciones. Ya sea en los libros, el teatro, el cine, la música o las nuevas tecnologías.
La palabra vértigo no está en el vocabulario de un comunicador cuyo principal tarea es convertir lo ordinario en extraordinario. Tras más de seis años en Movistar+ al frente del programa Late motiv, el próximo 23 de diciembre Andreu Buenafuente pondrá punto y final a este exitoso proyecto con el que obtuvo en el 2020 el premio Nacional de Televisión. Regresará seguro. Con la fórmula de siempre pero con maquillaje renovador. Y eso también tiene un mérito tremendo.