“Si no me hubiera quedado en el paro, hoy no sería escritora”
LETICIA SALA Escritora, poeta y letrista
Leticia Sala es una de las jóvenes promesas de la escritura y la poesía de nuestro país. Así la han definido estos últimos años la mayoría de medios, aunque no se lo acabe de creer. Ella es una de los muchos jóvenes que ha sufrido la doble crisis que ha marcado su generación y que ha sabido sobreponerse a base de talento e iniciativa. Nunca se imaginó que acabaría presentando sus obras en librerías estadounidenses o mexicanas ni que escribiría canciones para artistas de la talla de Rosalía o Aitana. Es más, nunca se imaginó que dedicaría su vida a la escritura. “Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria no me planteé siquiera que alguien podía ganarse la vida escribiendo. Una lástima, porque a esa edad no hacía otra cosa”, confiesa a La Vanguardia.
Acabó decantándose por la abogacía, pero muy pronto se dio cuenta de que se había equivocado. “Faltaba algo muy importante para mí: la parte emocional”. Pese a no ganarse mal la vida en el mundo del derecho, llegando incluso a trabajar en la ONU, decidió lanzarse a la piscina y dejarlo todo. Acabó en una oenegé, que un día le anunció que se quedaba sin presupuesto y que no podía contar más con ella. Pero de las malas rachas también se pueden extraer cosas positivas. Ella es el claro ejemplo. “Se podría decir que aquí empieza mi historia, ya que es probable que si no me hubiera quedado en el paro hoy no sería escritora”.
“Me puse como una loca a buscar trabajo. Estaba horas sola en casa conmigo misma y volví a la escritura, a usarla como terapia y a compartir mis textos en Instagram. No tardé en ver cómo mucha gente se sentía identificada y me di cuenta del potencial que tenían las redes para conectarme con el mundo. De hecho, gracias a ellas he llegado a donde estoy hoy”.