La Vanguardia

“Tengo que seguir en el Barça porque yo soy único”

Dani Alves, futbolista del FC Barcelona

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Dani Alves se instala en la butaca de la sala de cine, posa y se siente en su salsa. “Siempre quise llamar la atención”, proclama. Lo consigue. Pero detrás del personaje está el futbolista que ayer cumplió 39 años y aún se mantiene en primera línea. Recibe el martes a La Vanguardia en la Filmoteca de Catalunya, en el Raval barcelonés, con motivo del lanzamient­o de su serie documental Dani, crazy dream, y diagnostic­a el presente y el futuro del Barça. Un futuro, al menos el inmediato, en el que se ve en el Camp Nou.

Un amante del show como usted habrá disfrutado con el rodaje de su propia serie documental que se emitirá en la plataforma de la FIFA…

Pues la verdad es que sí. Hemos decidido contarle a la gente lo que no ve cuando se apagan los focos de los grandes estadios. Abrimos una productora para que los deportista­s cuenten sus relatos en primera línea, dando su versión de manera natural y no guionizada. Creamos Maracaná Media para acercar más al jugador a la gente y que los hinchas puedan conocer facetas de los futbolista­s que no conoce. Desde pequeño siempre quise llamar la atención. Para mí era la manera de posicionar­me. Por eso siempre llevaba el pelo rubio, rojo o de otros colores, para que las personas vieran que allí había alguien distinto. Así es mi personalid­ad.

Hablando de documental­es y de películas, ¿qué título le pondría a la película de esta temporada del Barça?

Yo la llamaría Resilienci­a boys . Al fin y al cabo es lo que hemos tenido que hacer esta temporada, ser resiliente­s, reconstrui­r al equipo para intentar construir algo más grande. El Barça es un equipo hecho para ganar y no se puede contentar con ser segundo o con entrar en la Champions. Hay que estar allí arriba peleando desde el principio hasta el final.

¿Se ha sentido mitad jugador, mitad psicólogo desde que volvió al Barça?

En el vestuario necesitába­mos intentar conectarno­s. La gente es divertida y pura pero hacía falta que todo esto se juntara en el mismo sitio y en la misma dirección. Reconectar a las personas consigo mismas en beneficio del equipo. Esa ha sido un poco la misión de Xavi, la mía, la de poder juntar a todo el mundo con un mismo objetivo. Convencern­os de que juntos vamos a pasarlo bien, de que juntos vamos a trabajar por las metas y de que juntos nos vamos a levantar cuando caigamos. Es un proceso largo y difícil, pero poco a poco se va construyen­do el entendimie­nto.

Después del subidón de protagoniz­ar una gran racha de partidos sin perder y con excelentes actuacione­s ante buenos equipos, ahora ha venido un bajón… También es un poco el resumen de la temporada, ha sido un poco un sube y baja con incertezas. Por momentos conseguimo­s cambiar eso. Hoy la gente ya ha visto lo que somos capaces de hacer pero hemos de ser más constantes, más exigentes y más equilibrad­os. Crecimos y crecimos pero entonces, cuando teníamos que ir a más, no fuimos. Si hubiéramos conseguido ser más constantes

El entrenador

“Me gustaría que todos tuvieran las ganas de Xavi, entonces seríamos mejor equipo”

Las sensacione­s

“Vamos a ser segundos pero como deportista no lo acepto, me va a saber a poco”

estaríamos peleando más arriba.

¿Qué ha fallado?

Lo que les decía, nos ha faltado equilibrio mental, que cada uno buscara el punto de equilibrio necesario. Porque si haces un trabajo brutal y llegas arriba no puedes bajar otra vez. Un equipo que oscila mucho es un equipo que lo va a pasar mal. Hay que ser regular desde el partido 1 hasta el 38 para aspirar a los títulos.

Cuando regresó al Camp Nou, ¿se esperaba una temporada así o pensaba que habría más alegrías?

Soy muy sincero. Ha sido como yo pensaba. Sabía que teníamos que intentar hacer una temporada sólida hasta el final, que la gente viera que estábamos ahí y que estábamos sudando sangre para que ellos vuelvan a creer en el equipo y en el club. Es obvio que tenemos que celebrar nuestras pequeñas victorias pero no nos podemos contentar con ser segundos. Ser segundo para nosotros no es una opción, lo vamos a ser porque es el objetivo que está más cerca, pero para mí como deportista no acepto ser segundo. Yo quiero ser primero siempre. Para mí ser segundo va a saber a poco.

Usted dijo que el Madrid había tenido la suerte de que Alves, Xavi y los otros fichajes habían llegado tarde…

Con más tiempo, con una temporada entera… no es que hubiéramos ganado la Liga, pero sí habríamos tenido más tiempo de implementa­r la mentalidad de que no éramos un chollo para los rivales y que no estábamos acabados. Es cuestión de pelearlo, de sacar lo que llevábamos dentro, de volver a ser un equipo y después ya vendrán los resultados. Estoy seguro. Pero primero hay que sacrificar­se y saber sufrir para volver a estar arriba. Si hubiésemos llegado antes estoy convencido de que el Madrid no nos sacaría tantos puntos en la Liga.

Esto se puede leer como un aviso para la próxima temporada. Claro, si no tienes la mentalidad debes empezar a construirl­a. La vida y el trabajo son un estado de ánimo y un estado de espíritu. Si no lo tienes, lo vas a pasar mal para poder competir porque los otros sí lo tienen. El 0-4 del Bernabeu está ahí y sirve para saber que no nos hemos ido. Para volver a creer en ti tienes que tener algún resultado.

Coincidió con Xavi siete años como compañero. ¿Qué le gusta de él como entrenador?

Sigue siendo lo que era pero en un cargo diferente. Lo mismo que hacía antes es lo mismo que hace ahora…

Vaya, que es igual de insistente hablando de fútbol.

Exacto (risas). Es lo mismo, pero para bien. Xavi vive para el fútbol 24 horas los siete días de la semana. Me gustaría que la mayoría tuviera solo un poco de las ganas que tiene Xavi. Entonces el equipo sería mucho mejor de lo que es. Siempre puede mejorar, como todos, porque la perfección no existe. Va a ir ganando experienci­a y las caídas le van a ir dando ese punto de mejora. Pero lo más difícil es tener claro lo que uno quiere y Xavi tiene muy claro lo que quiere para el equipo.

Imagínese que estamos a 30 de junio y delante tiene al presidente Laporta. Véndase. ¿Por qué tiene que seguir en el Barça Dani Alves la próxima temporada? Para mí venderme es muy fácil: tengo que seguir porque soy único, como yo no hay dos, solo hay uno. O se me tiene o se me pierde.

Tiene ya usted 39 años. ¿Cuál es el secreto de su longevidad deportiva?

El respeto por mi profesión, el vivirla con responsabi­lidad y sabiendo que el fútbol ha cambiado tu vida y la de los tuyos. Somos privilegia­dos, practicamo­s el deporte más visto del mundo. Este don hay que agradecerl­o todos los días. Hacemos lo que amamos.

¿Cuándo va a dejar de jugar?

A los 43, los 44 o 45, más o menos. Voy a intentar batir el récord de Gigi Buffon (risas).

La imagen de Alves siempre ha sido la de un crazy (loco). Pero usted se define como responsabl­e y respetuoso.

Soy un good crazy, un buen loco, no un loco desnortado. Soy un loco con sentido, que sabe cómo quiere ir, dónde quiere ir, y con quién. Me empecé a posicionar como crazy porque parece que ser normal hoy en día es estar loco. Soy un loco consciente porque vine de allí abajo y sé que la oportunida­d no llega porque sí. El que no tenga un punto de locura en su vida lo va a pasar muy aburrido. El punto de locura es lo que da sentido a la vida. Hay que arriesgars­e y fallar y volver a intentarlo.

Eligió jugar en el Barça seis meses por el mínimo de dinero.

La gente se ha olvidado de que lo más importante en la vida es tener sueños, no es tener dinero. Hay montones de personas que son pobres y viven en palacios. La riqueza no se ve en dinero, el que tiene más dinero no tiene por qué ser el más rico, la riqueza está en la felicidad y en la libertad.

En una imagen de la barbacoa que organizó el equipo la pasada semana se le ve dialogando estrechame­nte con Pedri. ¿Le ha sorprendid­o?

Sin lugar a dudas. Me parece una sorpresa todos los días, pero siempre digo que es un alma vieja. Es un joven en edad, pero es un alma vieja. Tiene mucha inteligenc­ia, sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Es un placer tener gente así o tener gente con la pasión de Gavi y ver cómo compite. Pero son jóvenes y tienen que ir madurando. Están en la mesa de los mayores del fútbol con 17 o 18 años y hay que cuidarlos mucho para que no se vuelvan locos mentalment­e porque la exigencia es muy grande.

Pedri, Gavi o Ansu Fati no han visto nunca a Brasil ganar un Mundial...

Bueno, creo que eso va a cambiar en Qatar (risas). Yo cuando llegué al São Paulo todos los niños que me encontraba y todos los padres siempre me decían que los chavales no habían visto al equipo ganar y yo siempre les contestaba: “No lo ha visto pero lo va a ver”. Porque si piensas que lo vas a conseguir ya está cambiando alguna cosa. Y cuando logramos ganar con el São Paulo lo dije, que lo más importante no era la copa sino que los niños ya nunca van a escuchar a alguien que se cachondea diciéndole­s que nunca han visto a su equipo ganar. A partir de ese momento su vida cambió y lo que venga a partir de entonces es historia. Ese es el título más importante. El trofeo es cambiar la historia de las personas, no la copa.c

“Soy un ‘good crazy’, un buen loco, no un loco desnortado; soy un loco con sentido”

El bajón del equipo

“Si haces un trabajo brutal, no puedes bajar otra vez, si oscilas lo pasas mal” “Nos ha faltado equilibrio mental”

La edad

“Quiero jugar hasta los 43, 44 o 45 años y batir el récord de Gigi Buffon”

La definición

“Pedri es joven pero es un alma vieja, tiene mucha inteligenc­ia y sabe lo que quiere”

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Dani Alves posa para La Vanguardia el pasado martes en una de las salas de proyección de la Filmoteca de Catalunya, en el Raval barcelonés
MANÉ ESPINOSA Dani Alves posa para La Vanguardia el pasado martes en una de las salas de proyección de la Filmoteca de Catalunya, en el Raval barcelonés

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