La Vanguardia

Operación rescate

- Màrius Carol

Me gustaría saber quién fue el cerebro del CNI que decidió que se espiara el móvil del Pere Aragonés, durante los incidentes en las calles de Barcelona, en otoño del 2019 y posiblemen­te cuando negociaba la investidur­a de Pedro Sánchez, en enero del 2020. Es inconcebib­le que el espionaje de este país no supiera que Oriol Junqueras blindó en su día la figura de Aragonés para que, si salía mal el procés, pudiera ser el hombre que reconstruy­era la situación. Y no deja de ser una deslealtad que se espiara a un presidente de la Generalita­t, aunque fuera en funciones, cuando es el representa­nte del Estado en Catalunya, como lo explicita el Estatut. Encima, cuando se negociaban los votos de ERC para hacer presidente a Sánchez.

Será, como escribió John Updike, que desde la infancia todos llevamos

El Gobierno quiere recobrar el diálogo, pero lo más difícil será recuperar la confianza

un espía en nuestro interior y que la venganza de la vida es cuando nos damos cuenta de que los secretos que descubrimo­s son escasos e irrelevant­es. Lo malo es cuando los espías que cobran del Estado espían al Estado. Eso no se lo podemos cargar a la infancia, sino a una adultez ruín o, como mínimo, equivocada.

La Moncloa asegura que desconocía que Aragonés hubiera sido espiado, que ni lo autorizó ni fue informada, pues estas decisiones las toma el CNI y solo conoce el nombre de los investigad­os el juez al que se le pide autorizaci­ón. El viernes, Pere Aragonès y Pedro Sánchez se vieron las caras después de este monumental embrollo del espionaje al independen­tismo y han quedado para hablarse. El presidente quiere restringir el problema al CNI, lo que comportará segurament­e el cese de su directora.

El Gobierno quiere recuperar el diálogo, aunque lo más complicado de rescatar será la confianza. ERC subirá la factura, no solo porque es el ofendido, sino también porque Sánchez necesita sus votos en el Congreso y el relato del reencuentr­o. Aragonés está llevando su sentido de la responsabi­lidad al límite, pero el pragmatism­o no es como un chicle que se puede estirar sin que se rompa. El factor humano en este caso ayuda, si bien es el título de una de las mejores novelas de espías. Hay casi tanto suspense en sus páginas como en el actual momento político.c

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain