Una malla evitará que las palomas defequen en la Boqueria
Con la nueva instalación estas aves no podrán anidar y pasar el día en las vigas del histórico mercado del Raval
El Ayuntamiento de Barcelona instalará una gran malla en todo lo alto del mercado de la Boqueria a fin de que las palomas no defequen en su interior. Se trata de un viejo problema de este histórico equipamiento…
“No es de recibo que un lugar dedicado a la alimentación tengas que estar pendiente de que las palomas hagan o no sus cosas sobre el género”, lamenta un comerciante. “No es que sea una lluvia permanente, pero… ¡basta con que de repente un cliente...!”, agrega otro. “No, no tiene gracia. Yo estoy todo el día mirando la fruta, por si las moscas...”. “Y luego hay que limpiar lo que se acumula en las instalaciones. Es un trabajo extra”.
El problema es que la Boqueria es en verdad un mercado abierto, el más abierto de toda Barcelona, flanqueado por columnas, en realidad sin puertas, y las palomas vienen y van todo el rato, y muchas acostumbran a anidar y pasar el día en sus vigas, allí arriba, con todo lo que ello conlleva. La verdad es que prevenir este problema de salubridad en el resto de los mercados de Barcelona es mucho más sencillo.
Otrora, recuerdan algunos trabajadores del recinto del barrio del Raval, hace ya unos cuantos años, se instalaban jaulas y se empleaban unos métodos de control que poco a poco pasaron a considerar versión se demasiado agresivos. Muchos ciudadanos entienden que las palomas merecen otro trato. El problema es que la falta de medidas agravó la situación.
Hace un año se llevó a cabo una prueba piloto en un lado del mercado, pero la malla en cuestión no resultó adecuada. De algún modo muchas palomas se colaban en el hueco, pero luego buena parte de ellas no podían salir. De manera que a la postre los resultados de la prueba resultaron un tanto truculentos. Ahora el proyecto está mucho más afinado.
Esta iniciativa del Institut Municipal de Mercats supondrá una in
de más de 660.000 euros. Prevé principalmente la instalación de unas redes de nailon debajo de los pórticos estructurales, así como, entre otros muchos detalles, la cobertura de las chimeneas y de las escaleras de gato. De esta manera algunas palomas podrán continuar entrando en la Boqueria, pero lo harán de paso. Ni anidarán ni pasarán el día allí arriba. Igualmente les pondrán unas cuantas dificultades para que tampoco puedan instalarse ni los canalones ni en los tensores.
La factura de esta iniciativa incluirá también la limpieza de un montón de rincones tan recónditos que no se acostumbran a revisar y la retirada de elementos que ya quedaron obsoletos. El Ayuntamiento de Barcelona confía en que las obras arranquen antes de que termine el año y que se prolonguen durante unos diez meses. Mientras tanto, los técnicos comprobarán la reacción de las palomas, a ver si es necesario llevar a cabo algún reajuste.c
Otrora se empleaban unos métodos de control que poco a poco pasaron a considerarse demasiado agresivos