El pasillo de la discordia
El Atlético se niega a hacerle esta noche el pasillo al Real Madrid porque cree que la tradición se ha convertido más en una humillación y un escarnio que en un homenaje al campeón
El derbi madrileño vuelve esta noche al Metropolitano en un partido mucho más importante para el Atlético. Los rojiblancos pelean por asegurarse una de las cuatro plazas de Champions mientras que para el Madrid, con la Liga ganada desde la jornada anterior, es solo el primero de los cuatro encuentros que tiene pendientes para preparar la final de la Champions el 28 de mayo en París.
El derbi viene marcado por la negativa colchonera a hacerle el pasillo al Madrid. Lo justificaba así Diego Simeone: “Respetamos al Real Madrid, pero respetamos más a nuestra afición”.
Aunque una parte del madridismo hubiera visto con agrado el pasillo, a otro sector, entre los que se incluye Carlo Ancelotti y muchos de los jugadores, considera la polémica artificial e intrascendente. En su comparecencia, el entrenador de los blancos aseguró: “Los italianos no estamos acostumbrados a esto. Cada uno que haga lo que sienta y tenemos que respetarlo. Es un club vecino, amigo, respetamos a todos. Si lo hacen, bien; si no, también”. La tradición del pasillo a los equipos ganadores arranca en el fútbol español a finales de los años 70. El Athletic Club fue el que hizo el primero, al Atlético. No fue algo que arraigara demasiado y en los últimos años, mezclado con las rivalidades más enconadas, los pasillos acabaron convirtiéndose, alentados por la prensa más forofa, en escarnio y mofa para los que lo sufrían. Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado y máximo accionista del Atlético, explicó la postura de no hacer pasillo con un comunicado en el que aseguraba que “algunos quieren convertir lo que nació como un gesto de reconocimiento al campeón en un peaje público que deben pagar sus rivales, impregnado además con aroma a humillación. Bajo ningún concepto el Atlético va a colaborar en este intento de escarnio en el que se olvidan por completo los verdaderos valores del deporte y se fomenta la crispación y el enfrentamiento entre los aficionados”.
Los pasillos más polémicos han sido, como era de prever, los que se tenían que hacer entre el Madrid y el Barcelona, gesto que se ha repetido tres veces. El primero lo hizo en el Camp Nou en 1988 el Barcelona al Madrid de La Quinta del Buitre que acababa de ganar su tercera Liga consecutiva.
Los madridistas devolvieron el gesto en el Bernabeu en la Liga 1990-91, la primera de las cuatro que el Barça ganó con Johan Cruyff de entrenador.
El último pasillo por ahora en un clásico sería el del Barcelona al Real Madrid en el 2008 en el Bernabeu. Luego, ya el Madrid de alguien tan poco polémico como Zidane se negó a hacérselo en el Camp Nou al Barcelona en el 2018. “No vamos a hacer pasillo, la decisión es mía. No entiendo lo del pasillo”, declaró. Todo como respuesta a que un año antes el Barça no le había hecho el pasillo al Madrid que venía de ganar el Mundial de clubs argumentando que era un torneo internacional.
El Atlético sí que le ha hecho una vez el pasillo al Barcelona, que por cierto se lo hizo anoche al Betis como campeón de Copa. Otro pasillo célebre que acabó en polémica fue el que le hizo en su estadio el Espanyol al Barcelona en el 2013. Un amplio sector de sus seguidores dio la espalda al campeón de Liga en medio de graves insultos y pitos contra el eterno rival.
Barcelona y Real Madrid se han hecho el pasillo tres veces, pero Zidane impidió el último en el 2018
“Respetamos al Madrid, pero respetamos más a nuestra afición”, justifica Simeone