La Vanguardia

¿Mujeres en la Guardia Suiza?

El Vaticano se prepara para la posibilida­d de admitirlas en el cuerpo de élite

- ANNA BUJ Boma. Correspons­al

El papa Francisco ha cambiado las normas para que las mujeres puedan dirigir la mayoría de departamen­tos del Vaticano y, tal vez en un futuro, podría llegar a aceptar también a las mujeres en la Guardia Suiza. El Vaticano ya se está preparando para la posible admisión de las mujeres entre los reclutas del ejército profesiona­l más pequeño del mundo y construirá a partir del 2026 un nuevo cuartel con habitacion­es individual­es con baño privado, por si el Pontífice o sus sucesores toman este decisión en un futuro.

La Guardia Suiza Pontificia es el cuerpo militar encargado de la seguridad del Papa, y desde su fundación por Julio II en 1506 ha sido exclusivam­ente masculino. Pero poco a poco parece condenado a la desaparici­ón. Desde hace años, el Vaticano tiene dificultad­es para encontrar a jóvenes suizos que quieran trasladars­e a Roma, ya sea por la buena salud de la que goza la economía suiza o por el declive del catolicism­o en el país. Los sueldos son parecidos a los de la policía italiana –sobre los 1.500 euros al mes–, mucho más bajos que en la Confederac­ión Helvética, y los requisitos para entrar en este exclusivo ejército son extensos: deben ser hombres de entre 19 y 30 años, ser católicos practicant­es, solteros, ciudadanos suizos, medir más de 1,74 metros, gozar de buena salud, no tener antecedent­es penales y una carta del párroco que atestigüe su buena reputación. Y, aunque no está sobre la carta, estar dispuesto a sonreír cada vez que un turista saca una fotografía cuando pasa ante la puerta de Santa Ana del Vaticano.

Ahora, funcionari­os de la fundación suiza que está recaudando 45 millones de francos suizos (unos 43 millones de euros) necesarios para reemplazar el actual cuartel donde viven los reclutas acaban de firmar un memorando de entendimie­nto con la Secretaría de Estado del Vaticano. Según explicó a Reuters Riccardo Boscardin, ejecutivo de la fundación, el proyecto incluye habitacion­es individual­es con baño privado por dos motivos: porque justo cuando arrancó el proyecto comenzó la pandemia, y por la posibilida­d de integrar a las mujeres en la Guardia.

“Pero la decisión no es nuestra, sino exclusivam­ente del Vaticano y del Papa”, puntualizó Boscardin. Las obras comenzarán en enero del 2026 para que los guardias no se vean desplazado­s durante el Año Santo 2025, una fecha importante, cuando se espera que millones de peregrinos acudan a visitar el Vaticano. De momento, ya han recaudado unos 37 millones de francos suizos. El acuerdo incluye que el Vaticano sufrague los costes del alojamient­o temporal durante las obras, estimados en otros cinco millones de francos suizos.

Los cuarteles actuales del ejército profesiona­l más antiguo del mundo fueron construido­s en 1825 y desde entonces apenas han sido renovados. Se trata de tres edificios, dos para los guardias solteros, y uno para los casados y sus familias. Los guardias suizos pueden tener novia, pero deben esperar cinco

El el proyecto incluye un nuevo cuartel con habitacion­es individual­es que tendrán baño privado

años de servicio para poder casarse. Los inmuebles sufren varios problemas de aislamient­o térmico y averías frecuentes que obligan a unos altos costes de mantenimie­nto.

La Guardia Suiza Pontificia actualment­e tiene un tope de 110 miembros, pero este número se ampliará a 135 soldados por las medidas de seguridad de Francisco, tanto en el palacio Pontificio como en sus numerosos viajes. El pasado viernes 36 nuevos reclutas juraron su fidelidad en el cuerpo militar. Se trata de una fastuosa ceremonia que se realiza cada 6 de mayo para recordar a los 147 guardias suizos que dieron su vida para que Clemente VII pudiera refugiarse en el castillo de Sant’angelo en 1527, durante el saqueo de Roma. Vestidos con el uniforme de gala de las grandes celebracio­nes, cada recluta presta juramento en su propio idioma (alemán, francés o italiano, según el cantón suizo de procedenci­a).

“A una edad llena de tempestade­s e ímpetus, han decidido voluntaria­mente interrumpi­r la vía rápida de la carrera y de la buena ganancia, para poner dos años en la plenitud de su vida al servicio de la Iglesia”, destacó el capellán de la Guardia Suiza Pontificia, Kolumban Reichlin.

 ?? GUGLIELMO MANGIAPANE / REUTERS ??
GUGLIELMO MANGIAPANE / REUTERS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain