Un Barça matemático
Pese al desplome de su juego el equipo de Xavi roza ya el subcampeonato
A falta de un mejor juego, dosis de eficacia. Ante el desplome del fútbol del Barça, que se parece poco al que llegó a encandilar, con la goleada en el Bernabeu como máximo exponente, el conjunto de Xavi Hernández al menos ha mantenido la capacidad para sacar adelante partidos a granel, con lo que está a un paso de asegurarse el subcampeonato liguero. Lo atará este fin de semana en Getafe solo con puntuar.
Ese segundo puesto también sirve para certificar la participación en la próxima Supercopa de España. No son premios de postín ni mucho menos pero sí objetivos de mínimos, aquellos que se exigieron a Xavi cuando se le contrató allá por el mes de noviembre, en pleno naufragio del equipo y con un divorcio evidente entre el presidente Laporta y Ronald Koeman. El conjunto barcelonista estaba en el lodo y de allí lo sacó el técnico de Terrassa,
que aterrizó como un adalid del fútbol de autor, aquel que casa con lo que gusta tradicionalmente en el Camp Nou. Sin embargo, en cuanto al juego y al estilo está claro que su equipo no ha mantenido la regularidad. Porque paradójicamente el Barcelona de Xavi tiene ahora más puntos que fútbol brillante.
Desde el último parón de selecciones y, sobre todo, coincidiendo con la lesión de Pedri en Semana Santa frente al Eintracht, el Barça ha perdido el hilo, ha vuelto a ser un equipo discontinuo, sin demasiada alegría, más previsible y sin automatismos. Carencias que le costaron la eliminación continental y que le llevaron a cosechar dos derrotas deplorables en el Camp Nou frente al Cádiz y el Rayo. Dos manuales de impotencia que aceleraron la consecución del título por parte del Real Madrid y que hicieron que el equipo regresara a una cierta depresión. Sin embargo, aunque el juego no ha vuelto sí lo han hecho los resultados, con el caótico partido frente al Celta el pasado martes como último ejemplo. Partido sí, partido también el entrenador entona la palabra “autocrítica” y admite que su equipo no lo está bordando precisamente.
Pero ampliando un poco el foco se puede decir que el Barça ha ganado once de los últimos trece encuentros de Liga. Algunos, con tremendos apuros, como el del campo del Levante o el del Villamarín, partidos que cazó sobre la bocina. Pero fueron victorias al fin y al cabo. Hasta siete llegó a encadenar el Barça de Xavi en su mejor momento, ese en el que goleaba, vencía e incluso fascinaba. Fueron dos meses de crecimiento continuo y de grandes esperanzas para el presente y el futuro más inmediato. Encuentros con Pedri al mando de las operaciones y con los fichajes de invierno representando un salto de calidad evidente para el equipo.
Desde que el de Terrassa está en el cargo el Barça ha disputado 24 partidos de Liga y ha sumado 55 de los 72 puntos en juego. 17 victorias, 4 empates y 3 derrotas. Curiosamente el equipo barcelonista, con Xavi al mando, no sabe lo que es perder a domicilio en el campeonato. Sus tres debacles han sido en casa, ante el Betis, el Cádiz y el Rayo.
Unos números bien solventes que le habrían servido para luchar por el título de haberlos conseguido desde el principio de la temporada. Con Xavi el Barça ha logrado un punto más que el Madrid en el mismo tramo, aunque a los blancos les falta el partido que disputarán esta noche en el Bernabeu contra el Levante. A falta de poesía, matemáticas.n
Desde la llegada del técnico de Terrassa el Barcelona recuperó la regularidad y mejoró mucho su eficacia
Con dificultades al inicio y en la actualidad combinó fútbol y resultados durante un par de meses