Nadal domina a Isner, un gigante de 2,08 m
A mediodía en Roma, John Isner (37), coloso que sirve con el alma, tenista con pinta de pívot de la Euroleague (mide 2,08 m), ya no sabe muy bien qué hacer.
Sirve a 220 km/h, normalmente esos servicios doblegan al restador, pero ahora tiene delante a Rafael Nadal (35).
El balear ha ido a Roma a reivindicarse. Le duele en el alma la derrota que había sufrido la semana pasada, en los cuartos de final del Mutua Madrid Open, ante Carlos Alcaraz, el tenista de los grandes titulares actuales, y ahora no está para historias.
La tierra batida le pertenece, se dice Nadal, y se ha ido al Foro Itálico a demostrarlo: al fin y al cabo, está defendiendo su título del 2021.
Así que teje su telaraña. Nadal se tira atrás cuando resta, muy lejos, seis metros por detrás de la línea de fondo, casi pisotea a los recogepelotas, casi se sube a las gradas, y así captura los raquetazos del gigantesco Isner, coloso desconcertado que arriesga al servir y se lleva sorpresas. Nadal le aguanta las embestidas, responde y alarga los puntos, le saca de quicio.
El estadounidense aguanta el envite por un rato, más o menos hasta el octavo juego de la primera manga. Ahí, el partido se rompe. Nadal aprovecha un resquicio, un instante de debilidad en el servicio de Isner, y los acontecimientos se precipitan. Isner falla mucho, demasiado (19 errores no forzados al final de partido), se descontrola, entra en el juego de Nadal, le deja alargar los peloteos, y por ahí se mete en un jardín.
Nadal acaba la telaraña y devora a su víctima.
En un pispás se ventila el primer set y al inicio del segundo Nadal reincide y se va hasta 2-0 y ya Isner lo entiende.
Alea jacta est, foro romano. Ya no le quedan opciones al gigante, así que se entrega al raquetazo y tentetieso. Golpea duro, lo intenta con el saquevolea, no le sale nada, se maldice a sí mismo y Nadal inicia un monólogo y se adueña del partido.
El asunto termina rápido, en apenas 1h15m (6-3 y 6-1), y Nadal se encierra en los cuarteles de invierno, a la espera de su próximo rival, ya un referente de peso, Denis Shapovalov, 16.ª raqueta del mundo.