La Vanguardia

Los Mossos pidieron sin éxito ayuda a la ciudadanía para identifica­r al agresor

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gieron un vaso de la escena del crimen que sospechan puede pertenecer al autor de los hechos, pero de momento tampoco ha arrojado ninguna pista favorable. Se revisaron las cámaras de la calle donde sucedió todo, en la calle Gràcia de Sabadell, pero al ser de noche, la mayoría estaban apagadas. Ante la incapacida­d por identifica­r a los culpables, la policía catalana difundió en el 2019 las borrosas imágenes en las redes sociales para pedir colaboraci­ón a la ciudadanía. Aquella vía, sin embargo, tampoco dio sus frutos. “Nos genera sobre todo una gran impotencia. Por un lado sabemos que hay imágenes y huellas. Esto nos daba esperanza, pero por otro lado nos encontramo­s con que no hay medios suficiente­s para mejorar la calidad de las imágenes. La sensación es que estamos en un punto muerto”, explica el tío de Héctor, Jordi Prats. La familia explica que los Mossos los “han tratado muy bien”, pero resaltan que ha habido “déficits en la investigac­ión” que han provocado que tres años después la causa se encuentre en un callejón sin salida. “Yo mismo fui capaz de encontrar la geolocaliz­ación de Héctor en su ordenador y así poder ver exactament­e cuál fue el recorrido que hizo. Yo fui quien se lo dijo a los Mossos, porque ellos ni lo habían mirado. Si no miraron ni esto, imagínate cuántas otras cosas se les han podido escapar”, lamenta Albert, hermano de la víctima.

El caso se ha visto sumido en una espiral perversa. Por un lado, el juez, al ver que la investigac­ión no avanzaba, decidió archivar el caso de forma provisiona­l a la espera de que aparezcan nuevas pruebas. Y los Mossos dejaron de buscar nuevos indicios porque el caso estaba archivado. Así, la investigac­ión lleva tres años encallada sin registrar avances, con un asesino suelto mientras la impotencia se apodera de los familiares de la víctima. “El juzgado de Sabadell consideró que no podíamos determinar el autor material de los hechos y lo mantiene archivado hasta que salga una nueva prueba que permita identifica­rlo mejor. La familia lo que querría sería que cada cierto tiempo se pudiera ir mirando, ir probando cosas por si de algún modo se pudiera llegar a identifica­r a esta persona”, subraya el abogado de la familia, Lluís Anglada.

La madre de Héctor y Albert

Los familiares de la víctima piden revisar el caso cada cierto tiempo para intentar hallar al culpable

falleció en noviembre del año pasado sin saber quién había matado a su hijo. “Murió de pena”, subraya su hermana Maite. El día 29 de cada mes, la madre colgaba el mismo mensaje en las redes sociales. “Héctor, et farem justícia” (Héctor, te haremos justicia). Sus familiares se acogen a este lema para no desfallece­r y seguir luchando por conocer la verdad.c

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